El cielo era claro de inicios de invierno. Apenas quedaban rastros de las suaves nevadas del día anterior, apenas unos jirones de nubes blancas, hilillos que el viento alineaba y anudaba formando laberintos imposibles de resolver. Las brigadas de limpieza habían cumplido bien, empujando la nieve hacia los laterales de las calzadas y el manto uniforme blanco había dado paso a una alternancia con montones de nieve sucia, un parcheado blanco y negro ( ¿quizás mejor blanco y sucio? ) como un gigante tablero de ajedrez.
Risky, nuestra especial técnico de prevención que trabaja en la multinacional Santa Klaus Inc. caminaba apresurada y pensativa hacia su curso de postgrado en PRL. Quizás demasiado deprisa, quizás demasiado pensativa, miraba su reloj, llegaría tarde, muy tarde. ¿La causa?, en la autopista, un par de coches habían tenido una pequeña escaramuza, parachoques posterior contra parachoques anterior, sin daños personales pero la carretera se convirtió en ratonera, atrapando montones de ratones. ¿Cuántos coches habría en esa trampa, en ese callejón sin salida?, ¿cuántas personas tuvieron que retrasar sus citas y obligaciones?, ¿cuánta gasolina quemada absurdamente para ir a ningún lado?, polución gratuita, dinero evaporado, malhumor y desbarajuste… y aún hay quien no quiere entender que los accidentes nos afectan…a todos…
Estos eran los pensamientos que rondaban por la cabeza de Risky, junto con otros… ¿valía la pena llegarse a clase por el ratito que quedaba para terminar?, ¿porqué no habían interrumpido el curso durante las vacaciones de Navidad?, a fin de cuentas se trataría de unos pocos días, martes y jueves, martes y jueves de cada semana, martes y jueves, ¿y a qué se debe pues que hoy, martes veintiocho de Diciembre, día de los Santos Inocentes sí que había clase y en cambio no la había el jueves 30?, ¿será todo una inocentada?, ¿habría sido en balde el camino, la espera tras el accidente?, ¿debería haberme quedado en casa este día que no ha empezado del todo bien?, así andaba pensando Risky, así andaba, quizás demasiado apresurada, quizás demasiado pensativa… prisas, cavilaciones, malhumor, prisas, cavilaciones, gota a gota, gota a gota, colmaban a Risky y la convertían en un explosivo cóctel andante.
Tras los cristales podía observar ya las cabezas de sus compañeros, sentados en sus pupitres y atentos al profesor que con expresivos ademanes les hablaba. El profesor de pie, se mostraba de cintura para arriba, sus manos no paraban de gesticular como muestra de su pasión por los temas a tratar, de su pasión por la prevención, así, en general. La forma de mover los labios, la forma de gesticular, el cuerpo levemente inclinado hacia delante, toda su imagen transmitía interés, y Risky se indignó aún más por el accidente sucedido, todo indicaba que se había perdido una muy buena exposición, aceleró algo más, si cabía, su paso. Y la llama se aproximó unos centímetros más a la mecha, al punto de ignición.
Los cristales y las paredes le impedían aún oír la voz, Risky empujó levemente la puerta y se deslizó al interior con suavidad, incorporándose sobre la marcha al grupo de estudiantes y al torrente de voz que no vaciló ni se detuvo ni un solo segundo. Saltó sobre el hilo de voz al paso, sin que hubiera una pausa, un agarre por donde auparse.
–… así pues, la recién nacida criatura esta llamada a ocupar un lugar relevante en nuestro mundo – estas fueron las primeras palabras del profesor que su mente pudo captar – su existencia transcurrirá de forma paralela a nuestras vidas, acogerá con calidez a sus colaboradores, se llamen Pedro, Mateo o Judas, y en su obra tendréis cabida todos. Por ello os recomiendo encarecidamente que os convirtáis en sus fervientes seguidores y que escuchéis con interés sus palabras, puesto que gracias a ellas recibieron y recibirán ayuda pescadores, posaderos y gentes humildes de todo tipo. Sus palabras evitarán el dolor a unos y el sufrimiento a otros, gracias a ellas, muchas almas trabajadoras se verán reconfortadas y la persona, las personas, por fin, serán el centro de sus actuaciones y actividades..
Justo aquí, Risky explotó:
Perdone mi atrevimiento, profesor – le cortó secamente, sin ningún reparo – pero he tenido que levantarme muy temprano esta mañana, he asistido a su clase pese a que en mi empresa estamos en plena campaña, he quedado encerrada en la carretera por culpa de un accidente, he pasado frío, ¿todo para asistir a esta tomadura de pelo?, ¿se trata de una inocentada?.
Lo siento, Risky – el profesor parecía aturdido – no, no … no entiendo, ¿qué es lo que ocurre?…
Una criatura recién nacida, que acogerá a Pedro y Mateo, – un sarcasmo ácido se adueñaba de ella – y supongo que también a José, Juan, María y a Magdalena, ¿no?
Por supuesto – contestó el profesor aturdido
…ayudará a pescadores y gentes humildes, evitará dolor, y ahora viene aquello de que sanará ciegos y resucitará a Lázaro, conocemos la historia y la vida de Jesús, pero por muy interesante que pudiera ser en otras circunstancias, yo no estoy dispuesta a perder el tiempo tontamente. Por favor, termine con esto rápido y pasemos a cosas más productivas.
Vaya por Dios – suspiró aliviado el profesor al comprender la confusión – Ahora entiendo, no Risky, no hablaba de Jesús, nacido, hace apenas un par de días, en la pasada Nochebuena, no. Hablaba de Prevencionar. Prevencionar, la nueva herramienta en el mundo de la prevención.
Risky enrojeció y enmudeció. Los arrebatos son también cualidades humanas, y aunque normalmente indeseables, habitan también entre nosotros. Sintió un ridículo espantoso, se hundió un poco en su silla y atendió con interés creciente las palabras de su profesor a medida que se deshacía en explicaciones y alabanzas sobre las posibilidades y objetivos de esa nueva herramienta, esa nueva criatura recién nacida, nacida de los prevencionistas y puesta a disposición para los prevencionistas, y quien sabe si a partir de ahora conocidos como prevencionaristas.
Y así fue como Risky pensó, y pensó para sí, me gusta Prevencionar …
me gusta Prevencionar … porque nuestro cometido como prevencionistas es promover la falta de actitud y Prevencionar es actitud contra la falta de actitud, es promoción de la actitud de los prevencionistas desde los prevencionistas
me gusta Prevencionar… porque empieza como Prevención y acaba como Actuar
me gusta Prevencionar… porque empieza como Prevención y acaba como Comunicar, y Prevencionar es Comunicación desde la Prevención,
me gusta Prevencionar… porque empieza como Prevención y acaba como Liderar y Prevencionar es Liderazgo desde la Prevención
me gusta Prevencionar… porque empieza como Prevención y acaba como Colaborar
me gusta Prevencionar…
Terminó la sesión, y de nuevo en la calle, Risky se disponía apresurada a volver a casa, en su mente bullían y rebullían un montón de ideas e hilos entrelazados como las nubes del cielo que se resistían a deshacer sus abrazos cuando un compañero la alcanzó
Oye Risky, – la abordó sin más – me preguntaba, me preguntaba… puesto que cada año nos envías alguna felicitación por estas fechas, y puesto a aún no he recibido nada… me preguntaba… ¿la felicitación de este año?.
En su aturrullada cabeza, Risky se dio cuenta de su olvido, este año, tan atareada, no había pensado en nada, no, no… pero…podía remediarlo, en un segundo, ahora mismo… y así fue, como con la cabeza hecha un lío entre lo pensado y lo oído, las prisas que nunca son buenas compañeras, y el frío de esa mañana fría de invierno… que Risky no distinguió entre novedad y tradición, entre lo formal y lo frívolo, entre lo juicioso y lo insensato… entre lo sagrado y lo profano…entre lo real y lo virtual… y así fue como Risky pensó: “ para curarme en salud**, voy a felicitar y celebrar todo lo felicitable y celebrable”
Por ello compañeros prevencionistas – prevencionaristas, sin ningún tipo de preámbulo, paso a desearos una Feliz Navidad, Feliz día de los Santos inocentes, y un próspero 2011, y por supuesto quiero aprovechar para dar la bienvenida a dos nuevas criaturas, importantes en nuestras vidas, Bienvenido niñito Jesús y como no Bienvenida Prevencionar a quien deseo toda la suerte del mundo y una vida larga y próspera,
Bienvenida, sí, Bienvenida Prevencionar y FELIZ 2011.
PD.1. El año que viene será mejor (no es ninguna Inocentada)
PD.2. Prepárate 2011 que venimos con fuerza a por ti.
PD.3. “El Gran Silencio” la primera novela para la prevención y otros trabajos, se hallan en www.actuatu.com
** nota del autor: “curarse en salud” lo más de lo más en proacción, el sueño ideal de los prevencionaristas, las hemerotecas atribuyen la frase a un primo de Viriato, lo cual nos demuestra que la Prevención tiene mucho en común con el denominado “oficio más antiguo del mundo” y no es solo por el trato que recibimos l@s que los ejercemos sino por la antigüedad de los mismos.
Idea y textos: Joan Junyent
Autor de “El gran Silencio”
www.actuatu.com oportunidades para el cambio de actitud
Ilustraciones: Carolina de Pobes