Uno de los objetivos de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2007–2012 (EESST) es el de mejorar la eficacia y la calidad del sistema de prevención, con especial énfasis en los servicios de prevención ajenos (SPA). Entre las medidas programadas con este objetivo se incluye el establecimiento de unos criterios de calidad y eficacia aplicables a los SPA, basados en las ratios de medios humanos y materiales exigibles; en dichos criterios deben abordarse cuestiones tales como el número de especialidades de que deben disponer los SPA, el contenido mínimo de los conciertos con las empresas, etc. El desarrollo de estas medidas ha llevado a modificar el Reglamento de los Servicios de Prevención (RSP), a elaborar una nueva Orden de desarrollo (en la que se fijan los “ratios técnicos”) y a establecer unos criterios básicos sobre la organización de los recursos sanitarios de los servicios de prevención (en la que se fijan los “ratios sanitarios”).