A principios de noviembre la Fundación Adecco presentó el estudio Directivos y Responsabilidad Corporativa (PDF). En la actualidad son muchos los empresarios quienes consideran que la Responsabilidad Corporativa (RC) como una actividad superflua y sin una utilidad clara para la organización.
Del estudio realizado por Adecco se desprende que para la mayoría de los encuestados considera que hay que ser responsable por la necesidad de que las empresas se humanicen y adquiera comportamientos morales. Para una quinta parte, el principal motivo es perseguir la rentabilidad, ser capaz de perdurar en el tiempo. El 9,1% declara que el objetivo fundamental de la RC es mejorar la imagen de marca y la reputación.
En cuanto a los beneficios que reporta la RC, el principal es la mejora de las relaciones con todos los grupos de interés (48,8%), seguido de la mayor de la cohesión interna (41,5%), la reputación externa (34,1%), la rentabilidad (26,8%), la fidelización y captación de nuevos clientes (14,6%) y otros beneficios (7,3%).
Entre los obstáculos identificados para implantar la RC en la organización casi la mitad, apunta que el principal freno es la falta de recursos económicos. Un 16,7% opina que el desconocimiento es el principal culpable de este escaso desarrollo. La comunicación interna y la falta de implicación del comité de dirección parecen ser los principales problemas para un 14,6%. Por último, un 4,2% apunta que el clima laboral inadecuado y el tamaño de la empresa, son los principales frenos.
Por último, es interesante conocer dónde las organizaciones aplican acciones responsables y donde hay más aceptación es en la política de calidad y medioambiente y la formación de los empleados. En el otro lado, la conciliación y el voluntariado corporativo son las áreas que necesitan mayor desarrollo.
Como reflejan los datos del estudio, aún hoy la RC no ha calado entre los empresarios españoles y queda mucho por hacer, en gran parte porque se desconoce en qué consiste, qué beneficios puede aportar y qué recursos son necesarios para llevar a cabo su implantación.
¿Y donde encajan las Políticas de Seguridad y Salud en el Trabajo?
Fuente: Pymes y Autonomos
