Nuestro amigo y compañero Joan Junyent de actuatu.com acude fiel y a punto a su cita navideña con prevencionar, ya lo hizo el año pasado recordándonos que la prevención tiene mucho que ver con el oficio mas viejo del mundo, pero este año se ha superado. ¡¡ Disfrutad de la PreveNavidad ¡¡
– ¡HO, HO , HO!!!!, ¡¡Perfecto. Mejor imposible!!. – Santa Klaus estaba eufórico.
La noche más larga del año había acabado.
La crisis empeoraba todo. Más cartas y peticiones, para compensar la escasez del resto del año. Santa meditó. Contribuir a superar la crisis, suponía resolver un dilema: aumentar el endeudamiento de lo público, según la receta norteamericana o ajustar presupuestos y déficit, al estilo europeo. Consultó a expertos y fue tal confusión que tuvo que ser moneda el canal de decisión. Salió cara. Ganaron Obama y sus gurús. Santa se endeudó más, gastó más, regaló más y eso significaba volumen extra de reparto y de trabajo.
Pese a ese “extra – todo”, con organización adecuada, un punto más de orgullo y un punto más de exigencia, todo repartido en tiempo record, dos horas largas antes del alba y Santa lo festejaba jubiloso.
Quedaba la gran fiesta. Risky nuestra ya conocida Técnico de Prevención(*) de Santa Klaus Inc. optó por retirarse. La tensión acumulada y ahora ya liberada la había dejado a punto para el sueño reparador.
Por el camino, meditaba: “¿mejor imposible?…”, ¡Ja!!, habían estado bien y punto. Imposible solo es la antesala para una nueva superación.
Y Risky ya estaba en ello. Estaba satisfecha, sí, pero ya tenía nuevo objetivo en el punto de mira, en el año venidero: los incidentes, ese tesoro… ese diamante en bruto desaprovechado. Los incidentes son esas muestras de lo que “podría haber pasado si…”, eran la pata del lobo tras la puerta en el cuento de las siete cabritas. Y la puntita de la patita debía ser suficiente para percibir a todo el lobo y no dejarnos devorar. Buscaba algo llamativo, un juego de palabras vistoso para enfatizar y llamar la atención sobre la cuestión, ¿quizás, “estar a punto”?. Estar a punto significaba “estar preparado” y también que “casi había sucedido, pero no” (hemos estado a punto de chocar…), un casi incidente o casi accidente, con valor a rescatar,
Avisar de los incidentes es un camino excelente, barato y efectivo de evitar accidentes y sobre el que estamos poco atentos,
“¿estamos a punto para aprovechar el “estar a punto” y la ventana de oportunidad que eso nos genera?”
Y pasó algo que casi estuvo a punto de no pasar… justo donde el último incidente registrado: el pasillo, un paje despistado, un cable cruzado, un tropezón, cartas por el suelo y mucha suerte. Ninguna herida. Y habría sido ocultado si no hubiera sido testigo ella misma. Mucho esfuerzo a ocultarlo y poco a corregirlo, valor perdido…
No… no estaban aún a punto para aprovechar que hemos estado a punto…
¡Y vio la puerta!, ¡anti-incendios y abierta!!. Y Santa cree que “perfecto”… ¡bah!!.
La cerró, y detrás ¡sorpresa! una carta olvidada no recogida con las demás…,del niño Martín de Toledo. “Perfecto”, ¿eh?, pobre Martín. Martín no tendría regalos, la ilusión de un niño, un trabajo mal resuelto…., Estuvo a punto de tirar la carta pero, corrigió,… la abrió y la leyó:
– ¡No! – y …miró a la noche. A punto de amanecer. ¡Qué lástima!, demasiado tarde. – pero… ¿acaso “a punto” no significa que “aún” no ha sucedido?, ¿no es “a punto de amanecer” una mañana que aún no ha amanecido?.
¡Vamos!, no voy a ser yo quien no esté a punto…
Salió corriendo, y gritando – ¡Santa!!, ¡Santa!!, ¿has bebido mucho ya?.
– No, pero ya estaba a punto. Hemos estado perfectos y hay que celebrarlo.
– Lee.
“Apreciado Santa Klaus, primero quiero pedirte disculpas. Yo soy de Reyes. Pero ha sucedido algo, y debo cambiar. Necesito tu favor. Papá tuvo un accidente y andará un tiempo en silla de ruedas y no encontramos ninguna. Papá siempre trabaja mucho pero por fin podré hacer como todos los niños, pasear por las calles y disfrutar la magia de las Navidades junto a él. He decidido renunciar a todos mis regalos y cambiarlos por la sillita para mi papá. Mi carta ya estaba a punto, pero aún he podido cambiarla. No la envío a los Reyes, porque tu vas antes y gozaré más tiempo de papá, que luego ya vuelve el “cole”.Gracias, sé que no me fallarás. Atentamente, Martín de Toledo.”
Santa miró al cielo: – ¿Queda tiempo?.
– Estoy a punto, – contestó Risky.
– ¡Vamos! –dijo Santa, tan radiante y fresco que hacía sospechar. Llevaba así algunas semanas… se le veía muy feliz.
Mandaron preparar renos y silla. Pero trastos con ruedas…justo dos bicicletas, camilla solo una, y de sillas, ¡ninguna!.
– Vaya – se rindió Risky disgustada – Pobre Martín.
– Ven conmigo. – Santa fue, brioso, a por un trineo viejo – Estuve a punto de tirarlo, pero me arrepentí. ¡Serradlo por la mitad!, Medio trineo, más ruedas de bicicleta, y ¡la silla a punto tenemos!. Y la otra bicicleta… ¡para el chiquillo también!. – Santa dirigía con tanta alegría, entusiasmo , ¡locura!…
Pronto estuvieron a punto y con la silla apañada, la silla con ruedas más alegre de la historia y la bicicleta nueva, volando a Toledo, ya a punto de amanecer.
Martín, había dejado todo a punto, ventana abierta, espacio suficiente y comida para renos. Y un gran puntazo: el cartel de “Bienvenido y muchas Gracias” que humedeció los ojos a ambos.
Dejaron los regalos, se miraron y, con satisfacción, partieron con un punto de orgullo.
– ¡Ah!, ¡Qué feliz me siento! – decía Risky – ¿y tú? Hace días que te veo alegre y cambiado, ¿me ocultas algo?…
– Nada, a veces hay encuentros que te cambian la vida… en octubre, ¿recuerdas la calor?. Salí a pasear, y encontré un tipo estrafalario, gafas redondas como Lennon, delgado, jersey oscuro de cuello alto,… soñador… se veía débil y descansaba, de su camino al cielo, sobre una nube. Tenía ganas de hablar, y toda la eternidad por delante, y me contó… que si había revolucionado los ordenadores, que si los teléfonos… pero que su principal legado a la humanidad, decía, se hallaba en un discurso a unos estudiantes, y me soltó: “Stay hungry, Stay foolish”**. Hablaba con tal convicción que le creí, y mira, ¿no es locura lo de hoy?, ¿no es hambre fidelizar así a los clientes?. Y lo mejor: me siento estupendo, ¡tan vivo!!…
Una breve raya de gris claro marcaba ya el horizonte:
– Ya amanece, Santa, ¡es Navidad,! las felicitaciones..
– Cierto: trabajadores y prevencionistas, en especial de Toledo, puede que haya una silla con ruedas sin marcaje CE entre vosotros, os pido que estéis a punto para hacer la vista gorda (***). Que estéis a punto para las locuras positivas, que estéis hambrientos de seguir mejorando. Ahora, a punto de empezar el día os deseo, Feliz Navidad. Ahora, a punto de terminar el año, os deseo un feliz Año Nuevo.
– Y yo, ¿qué puedo añadir?, – se preguntó Risky – no sé, a lo mejor,… ¡pasa, pasa 2012! que nosotros ya estamos a punto. A punto para aprovechar lo que estuvo a punto de pasar pero no pasó (aún) y la ventana de oportunidad que esto nos genera. ¿Verdad?
Punto y final. Y punto.
*Risky nos felicita la Navidad desde 2009, felicitaciones que han sido colgadas en los tableros de algunas empresas y que podéis encontrar en actuatu.com en formato pdf.
** “Stay hungry, Stay foolish”, (seguid hambrientos, seguid locos), del discurso de Steve Jobs en la graduación de 2005 en Standford University.
*** mejor si os prestáis a adaptar el engendro al RD 1215/97.
En actuatu.com también encontrareis (además de la novela para la prevención “El Gran Silencio”), el curso para el cambio de actitud “Soltar Amarras” (no apto para prevencionistas aburridos).
Idea y texto: Joan Junyent
Dibujos: Carolina de Pobes