Cada día fallecen en España dos trabajadores como consecuencia de su trabajo, 15 sufren un accidente grave, 1.587 tienen un accidente leve y 2.135 son víctimas de un siniestro sin baja. Y aunque los datos del Ministerio de Empleo muestran que 2011 cerró de nuevo con un descenso en el número de accidentes, expertos y sindicatos atribuyen esta mejora sobre todo a la crisis y a la disminución en el número de empleados. Las cifras hablan por sí solas. Hasta septiembre pasado (últimos datos globales disponibles) se registraron 1.009.611 accidentes de trabajo, un 4,1% menos que en idéntico periodo de 2010. En el mismo intervalo de tiempo se contabilizaron 515 accidentes mortales, 53 menos que un año antes.
Una de las principales conclusiones a las que llega un estudio de UGT es que en la reducción que se atisba en la siniestralidad laboral ha influido directamente la crisis y el hecho de que el número de trabajadores y la actividad económica sean menores y no tanto la aplicación de más medidas de seguridad.