El dinero no es el factor más importante para cambiar de puesto de trabajo. El 30% de los encuestados por la
Fundación Truthmark, encargada de realizar estudios a empresas sobre motivación, menciona un
“nuevo proyecto” como motivo de cambio por encima de “más salario”, que obtuvo un 4%.
¿Qué motiva?
Las áreas que recibieron más puntuación en la encuesta de Truthmark fueron, en primer lugar, el ambiente de trabajo (un 8,6 sobre 10), el equilibrio en la vida profesional y personal, (8,4), la relación con el jefe (8,1), la formación y desarrollo (7,7), la marca y reputación (7,5) y los beneficios sociales (6,6)
En cuanto, a qué se da más importancia según el sexo, las mujeres valoran más aprender y los hombres, tener claras las expectativas.
Los ámbitos que impactan en el reconocimiento dentro de la compañía son: el trabajo bien hecho (7,8), clientes externos (7,4) y jefe directo (7,4), entre otros. Estas áreas aceleran la motivación, aumenta la valoración del jefe, el aprendizaje en el día a día y mejora las expectativas.
A pesar de la situación actual, ocho de cada diez trabajadores confían en la dirección. Las ideas para mejorarla giran entorno a dos temas: mayor cercanía con todos los empleados, demostrando interés por las personas; y mejor comunicación no sólo en cuanto a qué, sino en el cómo. “Es necesaria mayor transparencia”, indica el informe de Truthmark.
En cuanto a la innovación de los empleados, éstos manifiestan que el principal freno para ello es la burocracia y procedimientos.
Los jóvenes menores de 30 son los menos motivados. El índice de desempleo que sufren es del 57,2%, un factor que influye en el engagement. En contra de lo que se pueda pensar, el informe indica, al igual que para los mayores de 30, que el salario no es suficiente para valorar un puesto de trabajo. Además, a diferencia de generaciones anteriores, no quieren jubilarse en la empresa (piensan a corto plazo) y tampoco un horario flexible, prefieren trabajar desde de casa y aprovechar mejor el rendimiento, explica Sonia García, directora de Truthmark.
Fuente: El Mundo