En la Ergonomía una de las recomendaciones que más se sugieren son las pausas activas; éstas se entienden como un período de tiempo mínimo el cual requiere la persona para realizar movimientos o estiramientos musculares que permitan romper la continuidad de posiciones sostenidas y disminuyan las posibles lesiones musculoesqueléticas, ayudando también a mejorar los procesos circulatorios.