Por Fausto Pereira, Consultor de Unifikas
El concepto de cultura preventiva nace en la década de los ochenta, a raíz del accidente de Chernóbil. La tragedia puso el dedo en la llaga en lo que entonces se denominó “cultura de la seguridad”. Con el paso del tiempo, el concepto evolucionó hasta lo que hoy conocemos globalmente como “cultura preventiva”.
En el mundo empresarial, el concepto está cada vez más presente. De hecho, convertir la cultura preventiva en un valor interno que defina a las organizaciones es una apuesta estratégica que define a las organizaciones más innovadoras.
Las razones son claras, y trascienden el marco legal. Como apuntaba Javier Blasco, Director Jurídico de Adecco, en su reciente entrevista como miembro de Jurado de los Premios Prevencionar, el deseo de transformar la presión legal en cultura preventiva es real y está ahí: “Ojalá”, decía él mismo, “cuando hablemos de Prevención en el futuro no tengamos que incluir la palabra “Ley” o “31/1995”.
Cinco peldaños, una escalera
La madurez preventiva de una organización depende de su ubicación en una escalera de cultura preventiva en la que encontramos estos cinco peldaños:
Nivel patológico: este peldaño encontramos a aquellas organizaciones que no se preocupan activamente por la seguridad de sus empleados: únicamente intervienen en seguridad y salud cuando lo requiere la autoridad.
Nivel reactivo: bajo la premisa “acción, reacción”, este peldaño agrupa a aquellas empresas que sólamente actúan cuando ocurren incidentes.
Nivel formalista: este peldaño está dedicado a aquellas organizaciones que cuentan con un sistema de gestión implantado y cumplen las reglas.
Nivel proactivo: la gestión de la seguridad y la salud se realiza de forma estratégica: hay un plan de futuro que incorpora la seguridad en el diseño y evolución de la propia organización. Los trabajadores están involucrados/as en la práctica y colaboran adecuadamente en la gestión preventiva.
Nivel generativo: en lo alto de la escalera encontramos a aquellas organizaciones que han conseguido estándares muy altos. Se trata de organizaciones que utilizan los errores y fallos para mejorar. El refrán: “Más vale prevenir que curar”, se aplica aquí con perfección.
El nivel patológico y reactivo se corresponde con una cultura escapista, en la que los indicadores se ignoran, las responsabilidades se eluden y las ideas se desestiman. En el nivel intermedio, el formalista, encontramos una cultura preventiva en la que predominan los aspectos formales: los indicadores negativos se toleran, las responsabilidades se compartimentan y la integración de nuevas ideas crea desajustes. Finalmente, en los niveles proactivo y generativo, encontramos a aquellas organizaciones que han sabido crear una cultura de la prevención más positiva, buscando activamente los indicadores más negativos para abordarlos, compartiendo responsabilidades y dando la bienvenida a las nuevas ideas.
Hacia una sólida cultura preventiva
Conseguir que una cultura preventiva llegue con éxito al peldaño proactivo o generativo está en mano de todos y cada uno de los integrantes de una organización: donde hay una creencia colectiva de seguridad y salud hay un camino para implicarse, permitiéndonos avanzar en el camino hacia una cultura preventiva sólida.
Si tu empresa y tú sois de los que apuesta por subir a lo más alto, no dejes pasar la oportunidad de conocer Unifikas. Nuestro sistema de gestión integrada de Prevención, Medio ambiente y Calidad ha sido diseñado para integrar perfectamente tu plan de prevención a todos los niveles jerárquicos de la empresa, permitiéndote, a través de una serie de cuadros de mando, gestionar por permisos y conocer en todo momento la situación real en la que te encuentras.
Sobre Fausto Pereira
Fausto Pereira es Consultor Técnico de Unifikas. Licenciado en Ciencias Biológicas con Máster en Gestión integrada de Prevención, Calidad y Medio ambiente, es experto en Sistemas de Gestión por la Norma ISO 14001, ISO 9001, OHSAS 18001 e ISO 66177 de Sistemas integrados de Gestión. Pereira impartirá nuestro próximo Webinar del 29 de Junio, titulado “ISO: nueva definición de riesgo y gestión integrada”.
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