Las revoluciones tecnológicas siempre han arrastrado, de forma ineludible, cambios más o menos drásticos en los modos de producción y en la manera de realizar el trabajo humano. La irrupción de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC’s) ha cambiado la propia estructura de los mercados de trabajo, con la aparición de nuevos nichos de empleo (v. gr. los call centers), así como el declive o desaparición de trabajos tradicionales que ahora no resultan tan necesarios con el empleo de “herramientas” tecnológicas. Las nuevas tecnologías también han cambiado la propia forma organizar el trabajo y de llevar a cabo la prestación de servicios (los fenómenos de e-work: teletrabajo, el trabajo móvil o “nómada”, etc.). Los renovados medios de producción empleados también han supuesto la irrupción de nuevos factores de riesgo, especialmente de tipo psicosocial, a los que debemos estar necesariamente atentos, tanto de cara a una adecuada y efectiva prevención de la salud como en relación, más ampliamente, a la promoción del bienestar en el trabajo.
Las revoluciones tecnológicas siempre han arrastrado, de forma ineludible, cambios más o menos drásticos en los modos de producción y en la manera de realizar el trabajo humano. La irrupción de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC’s) ha cambiado la propia estructura de los mercados de trabajo, con la aparición de nuevos nichos de empleo (v. gr. los call centers), así como el declive o desaparición de trabajos tradicionales que ahora no resultan tan necesarios con el empleo de “herramientas” tecnológicas. Las nuevas tecnologías también han cambiado la propia forma organizar el trabajo y de llevar a cabo la prestación de servicios (los fenómenos de e-work: teletrabajo, el trabajo móvil o “nómada”, etc.). Los renovados medios de producción empleados también han supuesto la irrupción de nuevos factores de riesgo, especialmente de tipo psicosocial, a los que debemos estar necesariamente atentos, tanto de cara a una adecuada y efectiva prevención de la salud como en relación, más ampliamente, a la promoción del bienestar en el trabajo.
Fuente: UGT