A la hora de hablar de Cultura Preventiva nos encontramos ante un concepto que la mayoría de los autores considera insuficientemente definido, al que se han ido haciendo sucesivas aportaciones y precisiones, y que está considerado por algunos expertos como “un concepto en caos”.
Pero si superamos el concepto, y nos adentramos en aquellos elementos en los que coinciden los estudiosos podemos aventurar una definición de la Cultura Preventiva como:
“Una forma sostenida y estable de ejercer la gestión y supervisión de la empresa, acorde con los valores de la salud y la seguridad, que genera un clima favorecedor del comportamiento preventivo de todos los individuos de la organización, reconociendo los éxitos y aprendiendo de los errores”.
EL Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales IAPRL define tres dimensiones de la cultura preventiva:
- El compromiso de la empresa por impulsar estrategias y dinámicas positivas para la mejora de la seguridad y la salud.
- La dinamización, que es la forma práctica en que se traduce el compromiso, mediante la movilización de recursos y la implementación de actividades para implicar a toda la organización.
- El aprendizaje, que es el esfuerzo continuado que realiza una organización para sostener y mejorar la gestión de la prevención.