El servicio de prevención de riesgos laborales de Banco Popular ha repartido entre sus empleados un manual para afrontar las situaciones de agresividad, verbal e incluso física, que se están registrando en sus oficinas. Más de 100.000 accionistas de la entidad que fue comprada la semana pasada por un euro por Banco Santander han visto cómo sus títulos pasaban a carecer de valor de la noche a la mañana.
En el manual, que ha adelantado El Independiente, se recomienda prestar “especial atención” a determinadas señales de comunicación no verbal del cliente, tales como un tono de voz excesivamente alto, movimientos nerviosos, tensión en el rostro, mirada de ira, gesticulación rápida o puños cerrados.
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