Hay 2 tipos de estrés:
- Eustrés. Es el estrés puntual que nos permite aumentar la capacidad de atención y concentración ante una tarea crítica. Es el estrés bueno.
- Distrés. Es un estrés crónico que se puede convertir en patológico cuando percibimos constantemente que tenemos más demandas que recursos para hacerles frente. Este estrés estrecha (estrangula) la atención de tal modo que somos incapaces de pensar con creatividad.
Desarrollando la habilidad de la inteligencia emocional como recurso personal y organizacional podemos hacerle frente de forma más saludable y rentable.