Nadie duda de la importancia que tiene la salud de cara a garantizar el bienestar de las personas, y más cuando constituye un motor indispensable para impulsar la productividad y la prosperidad económica de cualquier organización y de toda la sociedad en su conjunto.
Cada vez vivimos más años y queremos vivirlos en las mejores condiciones de salud posibles para garantizarnos una mejor calidad de vida. Está comprobada la necesidad de dedicar recursos para investigar sobre las distintas enfermedades y al mismo tiempo implantar Políticas de Prevención y Promoción de la Salud. Y esto requiere trabajar desde diferentes ámbitos: individuo, escuela, empresa y sociedad.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales trajo consigo un nuevo concepto de salud laboral, el cual estaba condicionado por la detección del riesgo para su posterior eliminación o control. Esto ha generado, en muchas ocasiones, cambios impensables de las condiciones en las que con anterioridad se realizaba una determinada tarea o trabajo. Todo ello con el objetivo de prevenir la lesión, beneficiando, en primer lugar, al trabajador, quien gana en salud y calidad de vida, pero también a la empresa, que consigue así evitar los costes directos e indirectos que genera una baja por accidente de trabajo o enfermedad profesional. De esta forma y casi sin darnos cuenta, el entorno de trabajo se ha ido constituyendo en un escenario desde el que poder influir sobre la salud y el bienestar de las personas que lo componen.
Cada vez son más las organizaciones que han dado un paso adelante dentro de la seguridad y salud laboral y que están implantando acciones de Promoción de la Salud en el Trabajo (PST), aplicando las fórmulas que han utilizado para prevenir los riesgos laborales. Para muchas de ellas, la Vigilancia de la Salud (VS) supone un importante punto de partida, ya que a partir de los resultados de la VS colectiva pueden determinar cuáles son las acciones concretas a desarrollar con el fin de mejorar los indicadores de salud de su plantilla. De esta forma, si se detectan problemas de sobrepeso, obesidad o cifras elevadas de colesterol, se podrán desarrollar, entre otras, acciones sobre la alimentación y la actividad física o se podrá implantar un programa de deshabituación tabáquica en caso de detectar un número significativo de fumadores en la empresa.
La PST también puede trabajarse desde el ámbito individual, puesto que el equipo sanitario puede efectuar las recomendaciones preventivas necesarias para fomentar una vida sana y motivar la transformación de determinados hábitos en otros más saludables.
¿Cómo podemos desarrollar todo esto?, ¿cómo podemos explotar más y mejor los resultados de la Vigilancia de la Salud que realizamos?, ¿cuáles son los beneficios que podemos obtener?, ¿qué es la VS y la PST? ¿Qué tipo de acciones las desarrollan? En esta guía, que pretende ser una herramienta informativa de ayuda para aquellas empresas que quieran reforzar la salud de su plantilla y tengan dudas sobre cómo llevarlo a cabo, hemos intentado dar respuesta a estos interrogantes.
Fuente: FomentPRL