Hoy en día existe una exposición muy notable a radiaciones no ionizantes, tanto en entornos interiores como en exteriores debido al espectacular auge de los sistemas de comunicaciones inalámbricos. En particular, en entornos interiores, ha aumentado el uso de las tecnologías inalámbricas de corto alcance, siendo la banda de frecuencia de 2.4 GHz la más empleada por los dispositivos de comunicaciones personales.
Los dosímetros personales se emplean para medir los niveles de exposición a los campos electromagnéticos (CEM) en localizaciones próximas a la superficie del cuerpo humano y son utilizados para cuantificar los niveles de radiación a los que está expuesto el usuario en un instante concreto.
Se ha comprobado que el uso de estos dispositivos conlleva una serie de inconsistencias que afectan muy directamente al grado de confiabilidad de los datos registrados. En concreto se ha detectado que la presencia del cuerpo humano es causa de subestimación de los resultados obtenidos en comparación con los valores que se obtendrían en ausencia de dicha influencia. Es posible caracterizar la subestimación de los niveles de exposición registrados mediante modelos de simulación.
En concreto se proponen técnicas de modelado y validación experimental de la perturbación de las medidas registradas por dosímetros personales llevables, debido al efecto sombra del cuerpo del usuario, en recintos interiores, y en condiciones de movimiento. Con ello se pretende aportar un mayor conocimiento de los inconvenientes asociados al uso de dosímetros personales, y proporcionar protocolos de medición que permitan obtener datos más fiables.
Los dosímetros personales se emplean para medir los niveles de exposición a los campos electromagnéticos (CEM). Estos dispositivos introducen una perturbación debido a la presencia del cuerpo humano. Es posible modelar esta alteración de los niveles de exposición detectados en medidas experimentales mediante técnicas de simulación. Se propone la implementación de un modelo teórico que permita caracterizar y modelar este fenómeno en entornos interiores y en condiciones de movimiento. Se ha comprobado que la subestimación ocasionada por el efecto del cuerpo humano depende de las dimensiones del recinto.
Los resultados teóricos han sido verificados mediante la realización de varias campañas de medidas. Se han comparado los valores obtenidos y las funciones de distribución acumulada (FDA) de los resultados experimentales y teóricos, con el fin de aportar fiabilidad al modelo propuesto. Se ha comprobado el ajuste de las FDAs obtenidas con las funciones de distribución características de los niveles de exposición a radiaciones no ionizantes en recintos interiores.
Con el fin de compensar los efectos de este fenómeno, y eliminar la incertidumbre en los datos de exposición a los CEM proporcionados por los dosímetros personales, se ha discutido el uso de los factores de corrección como posible alternativa.