Webmaster 22 julio, 2012 a las 07:25 #42318
Llevas razón, en la investigación de accidentes nunca se buscan culpables, pero a veces, es un ejercicio sano descuadricular la mente, y practicar un poco el “qué pasaría si…”. Aunque no se refleje en el informe, quizá no venga mal tener en cuenta quién es el generador de la causa principal del daño a la salud producido, no por nada, sino porque a ese objetivo es al que deberemos dirigir los recursos disponibles de modo que se modifique la situación, en especial cuando estamos hablando no de un solo accidente, sino de un análisis de la accidentabilidad de la empresa en un periodo determinado. Yo, en mis informes anuales de accidentabilidad, (también los hago con periodos más cortos de tiempo, lógicamente) analizo muchos más datos de los que generalmente se recomienda, con objeto de realizar recomendaciones para el periodo siguiente que sean eficientes y que orienten a la aplicación de políticas preventivas que arrojen resultados prácticos y evidentes.
Un ejemplo: si un cirujano está generando en un quirófano accidentes repetidos por aplicación de una técnica de trabajo insegura, además de identificar la causa principal (por ejemplo, manipulación manual directa de agujas de sutura, en lugar de hacerlo con ayuda de herramientas auxiliares) e indicar las medidas preventivas a aplicar, no es tampoco mala idea citar a ese profesional en presencia de la Dirección del Centro y aclararle algunos términos de seguridad laboral con indicación de las medidas que se llevarán a cabo de no ser llevados a la práctica por el mismo. (Otro ejemplo que se me ocurre es alguien que está tirando agujas usadas a la papelera en vez de al contenedor de punzantes…).
Respecto al caso este de la enfermera que cita Antonio-Pastor, no obstante, entiendo que a nivel judicial se habrán aplicado técnicas propias de la policía científica mucho más detalladas y completas que el árbol de causas (es otro mundo).
http://prevention.dlinkddns.com