Webmaster 11 junio, 2013 a las 23:28 #42910
El plan de autoprotección de un centro hospitalario debe contemplar emergencias a distintos niveles, desde el conato de emergencia, pasando por la emergencia parcial y la general, que conllevará contemplar las actuaciones a llevar a cabo para la evacuación completa del edificio (o de los edificios en caso de ser más de uno los afectados). Los hospitales modernos, sectorizados en base a la normativa más reciente deben contar con sectores de incendios y medidas de protección adicionales a la sectorización a distintos niveles. Otra cosa es que la sectorización se realice de forma adecuada (¿se hacen pruebas después de cada obra por ejemplo, con humo artificial o con luz para determinar si un sector está bien construido? ) o que no se altere después de su construcción, con el paso por ejemplo, a través de muros de sectorización de canalizaciones que anulen los niveles de aislamiento necesarios (por ejemplo con el paso de tubos para transporte neumático de muestras pára análisis). Una adecuada revisión en proyecto en materia de PRL, y un seguimiento de las obras y posterior a las mismas para evitar problemas como los relacionados, puede ayudar, así como la realización de un buen plan de autoprotección, validado por los técnicos de protección civil y responsables de los parques de extinción de incendios de referencia (que son los que nos van a sacar “las castañas del fuego en su caso”) y probado y mejorado tras cada simulacro (no son fáciles los simulacros en estos centros, de hecho en mi caso, siempre desarrollo una evaluación de riesgos específica ante cada evento, tratando de coordinar a todos los intervinientes, en especial a los externos, que suelen ser bomberos y policía local, aunque no solamente estos.
La formación de los profesionales no es tampoco ninguna tontería. Hoy se aboga más -al menos en mi entorno- por formar a todo el personal que por formar “brigadas de incendios” solamente. Se contemplan equipos de primera intervención, de alarma y evacuación, de apoyo (instalaciones), de primeros auxilios, equipos de segunda intervención, jefe de intervención y jefe de la emergencia, amén de alguna que otra figura más de apoyo. Se debe formar a todos los profesionales de nueva incorporación al menos al nivel básico de epi y eae, (no es fácil en centros con elevada variabilidad de personal y elevados volúmenes de plantilla)…
Además, tampoco viene mal la aplicación de algunos criterios razonables como posibilitar el acceso y recirculación de los vehículos de incendios (esas marquesinas en la entrada principal con escasa altura en no pocos centros…, prever fuentes de energía alternativa para los grupos de presión en caso de incendio en la central eléctrica, o por ejemplo situar aquellos servicios más difíciles de evacuar en zonas cercanas al exterior, incluso en la propia planta baja (traumatología…¿cuántos pacientes podrían evacuar por sus propios medios en este servicio?)…
En fin, a la pregunta: un buen plan de autoprotección, debe contemplar de forma previa TODOS LOS SUPUESTOS POSIBLES, dando solución a cada uno de ellos de forma razonable y práctica. La formación y entrenamiento previos del personal a distintos niveles también juegan un papel relevante en esto.
http://prevention.dlinkddns.com