Una vez clasificadas las áreas, se debe analizar la posibilidad de existencia de fuentes de ignición, abajo listadas, tanto en el proceso como en el exterior de los equipos.
- Superficies calientes (mal funcionamiento,…)
- Llamas, partículas incandescentes (hornos proceso,…)
- Chispas equipos mecánicos (rozamientos,…)
- Chispas equipos eléctricos (interruptores,…)
- Corrientes estáticas y parásitas (disolventes, plásticos,…)
- Rayos
- Radiaciones: electromagnéticas (móvil,…) y ionizantes
- Ultrasonidos
- Compresiones adiabáticas, ondas de choque
- Reacciones exotérmicas y estabilidad térmica
Si existe una fuente de ignición y es efectiva y por tanto sustancia presente prende (según sus características) se deben tomar medidas correctoras. Se deben evaluar todas las situaciones: funcionamiento normal, fallo previsible y raro de acuerdo con Tabla 4; mantenimiento y arranque y parada; fallo de suministro; procedimientos y errores de manipulación; desviaciones del proceso; uso definido del equipo; propagación,… De acuerdo con la Guía de la Directiva, los daños de explosión siempre son graves. Por ejemplo, en una instalación clasificada 2, si existe una fuente de ignición por estática, que es inherente al proceso, la instalación se debe proteger.
TABLA 4 – Fuentes de ignición a considerar según su área clasificada
Entrada creada por Miguel Puncernau de puncernau.net