Mientras los estímulos nos llegan de fuera realizar actividades es más o menos fácil, el problema llega cuando las fuerzas, las ganas y la voluntad tienen que partir de uno mismo. Automotivarse es darse las razones, el impulso, el entusiasmo y el interés con el que provocar una acción específica o un determinado comportamiento. Es una de las características más importantes de la inteligencia emocional.
Básicamente nos sentimos motivados cuando nos encontramos bien con nosotros mismos, con lo que hacemos en esos momentos y con lo que queremos lograr. Pero podemos preguntarnos ¿qué nos motiva?, ¿cómo motivarnos?, ¿hay elementos que nos desmotivan?, ¿cómo evitarlos?…
¿Cuáles son los principales factores que nos motivan?
Aunque cada persona es única, y como tal tendrá sus propias motivaciones, de forma general podemos establecer que los principales motivadores internos son:
- El Control absoluto de nuestras circunstancias. Ese sentimiento que nos proporciona tranquilidad y seguridad.
- La posibilidad de mejorar nuestras relaciones “sociales”.
- Tener una vida sana.
- Autorreforzarnos de forma habitual y alcanzar el autodesarrollo que deseamos.
- Lograr el equilibrio entre la vida laboral y la vida familiar.
- Mantener la ilusión. Ponernos nuevos retos.
- Ser proactivos y dirigir nuestra vida.
- Planificar por etapas los objetivos y las acciones que queremos realizar.
- Pensar en positivo.
- Hablar en positivo.
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