En alguna ocasión, todos hemos sentido un cansancio excesivo que hemos remediado puntualmente durmiendo durante más horas, pero aunque no pueda parecernos dormir demasiado también puede afectar de manera negativa a nuestra salud. Diversos estudios e investigaciones han concluido que el tiempo necesario para dormir al día debe estar entre las siete y las nueve horas. Destinar de forma habitual muchas horas a dormir también nos pone en riesgo de contraer problemas de salud. El Huffington Post ha recopilado algunos de ellos:
–Aumentar el riesgo de depresión.
En una investigación realizada en 2014 con gemelos adultos, los científicos encontraron que la duración del tiempo de sueño aumenta el riesgo de síntomas de la depresión. Los participantes del estudio que dormían entre siete y nueve horas cada noche tenían una heredabilidad del 27% de los síntomas depresivos, mientras que los que dormían nueve horas o más tenían un 49%.
–Poner en peligro el cerebro.
Un estudio del año 2012, que tenía como sujetos de la investigación a mujeres de edad avanzada, probó que tanto dormir muy poco (menos de cinco) como dormir demasiado (más de nueve horas) empeora la función cerebral.
–Puede ser más difícil quedarse embarazada.
En 2013, una investigación analizó los hábitos de sueño de más de 650 mujeres sometidas a fertilización in vitro y descubrió que las tasas de embarazo eran más altas entre las mujeres que durmieron de siete a ocho horas de sueño cada noche y más bajas en las mujeres que lo hicieron entre nueve y once horas.
-Aumentar el riesgo de diabetes.
Los investigadores de un estudio realizado en Quebec (Canadá) encontraron que las personas que dormían más de ocho horas eran dos veces más propensos a desarrollar diabetes tipo 2 o intolerancia a la glucosa que las personas que dormían entre siete y ocho horas.
-Incrementar el peso corporal.
Los mismos científicos del anterior estudio también analizaron el peso corporal y el aumento de grasa entre los adultos de la zona de Quebec durante seis años. Concluyeron que las personas que dormían de nueve a diez horas poseían un 25% más de probabilidad de ganar cinco kilos, incluso después de controlar la ingesta de alimentos y la actividad física.
–Desarrollar problemas de corazón.
Una investigación presentada en una reunión en 2012 del Colegio Americano de Cardiología, afirmó que dormir ocho horas o más cada noche estaba relacionado con un mayor riesgo de problemas cardíacos. El estudio comparó los datos de más de 3.000 personas y los investigadores se percataron de que los que dormían un tiempo largo tenían dos veces más riesgo de angina y también mayor riesgo de enfermedad arterial coronaria.
–Conducir a una muerte prematura.
En una revisión de 2010 de dieciseis estudios diferentes, se concluyó que existe un mayor riesgo de morir (de cualquier causa) tanto entre los que duermen cortos periodos de tiempo como los que lo hacen en demasía. Dormir más de ocho horas por la noche se asoció con 1,3 veces mayor riesgo de muerte entre los casi 1.400.000 participantes en el estudio.
Además, de todos estos problemas el exceso de descanso puede ocasionar algunas otras molestias como dolores de espalda o de cabeza. Así que por todo ello, es aconsejable llevar una buena rutina de sueño, no abusar de la cama ni por la noche ni en la siesta o controlar las horas de descanso y de actividad para gozar de una buena salud.