Estrés Térmico y Olas de Calor
Este artículo no pretende ser una guía exhaustiva de recomendaciones para el trabajo en condiciones de estrés térmico, sino un breve repaso a los posibles efectos de las temperaturas extremas sobre el organismo y su prevención, y a la importancia de las olas de calor.
Debemos recordar que las olas de calor son uno de los riesgos naturales más peligrosos que existen. Puede darnos una idea de ello el hecho de que la que asoló Europa en el verano de 2003 causó unas 70000 muertes.
Según los científicos, catorce de los quince años más calurosos de los que existen registros han tenido lugar en este siglo, por causa del cambio climático.
El estrés térmico ocurre cuando los medios de que dispone el organismo para controlar su temperatura interna comienzan a fallar. Esto puede ocurrir por temperatura ambiente alta o por condiciones laborales que dificulten esos mecanismos. El cuerpo reacciona frente al calor principalmente aumentando el flujo sanguíneo hacia la superficie cutánea, y sudando.
Las alteraciones de la salud producidas por el estrés térmico van desde el simple sarpullido en la piel producido por el sudor, hasta el golpe de calor potencialmente mortal; pero la mayoría de las muertes se producen por el empeoramiento de enfermedades preexistentes, como algunas patologías crónicas pulmonares, cardíacas, renales y psiquiátricas.
A estos factores de riesgo de enfermedades o incluso muerte por calor se añade en nuestro caso el realizar actividades laborales que conlleven otras limitaciones a la adaptación necesaria, como en un trabajo que requiera esfuerzo físico intenso y ropa protectora. En este caso el estrés térmico se produciría por:
-Restricción de la evaporación del sudor por el tipo de ropa laboral necesaria y la humedad ambiental.
-El propio organismo producirá calor por la carga física de trabajo, dificultando aún más la necesaria pérdida.
-Al aumentar la temperatura corporal se suda más, pudiendo llegarse a la deshidratación.
-Se incrementa la frecuencia cardíaca, aumentando la sobrecarga al organismo
-Si el cuerpo gana más calor del que puede perder, la temperatura va aumentando hasta llegar a un punto en el que los mecanismos de control y adaptación comienzan a fallar.
SÍNTOMAS
Es importante reconocerlos para cesar la actividad de inmediato y colocar a la persona afectada en una lugar fresco y sombreado donde reponer líquidos y bajar la temperatura corporal .
-Dificultad de concentración
-Calambres musculares
-Sarpullido y enrojecimiento cutáneo
-Sed importante
-Desvanecimiento
-Agotamiento por calor (fatiga, náusea, dolor de cabeza, piel húmeda)
-Golpe de calor (piel seca y caliente, confusión, convulsiones e incluso pérdida de consciencia) Es el efecto más grave y puede provocar la muerte si no se revierte cuanto antes.
PREVENCIÓN
Si el trabajo a realizar en condiciones de calor ambiental exige gran esfuerzo físico, debemos tratar de hacer una aclimatación, es decir una exposición progresiva a esas condiciones, a lo largo de varios días, incrementando el tiempo progresivamente
Además, hay que ofrecer la posibilidad de descansar frecuentemente en un lugar sombreado y fresco
Asegurar la disponibilidad de agua fresca para beber y agua templada con la que poder refrescarse humedeciendo la piel, directamente o con un pañuelo.
Identificar a las personas más susceptibles al estrés térmico, por enfermedad, edad o condición física o psíquica preexistente, o por tomar alguna medicación que pueda afectar a la capacidad compensatoria del organismo.
Vigilancia estrecha de la salud de los trabajadores expuestos a riesgo de estrés térmico.
Y formación en prevención de riesgos laborales adecuada .
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