Los chicles o parches de nicotina, leer libros especializados e incluso la acupuntura son los métodos más utilizados en la actualidad para dejar de fumar. Pero estos no son los únicos sistemas capaces de hacer abandonar el cigarrillo ya que ahora la concentración y la reflexión profunda sobre uno mismo cobra protagonismo. Es decir, lo comúnmente conocido como meditación podría ser la solución para no volver al tabaquismo.
Así lo han puesto de manifiesto unas investigaciones llevadas a cabo por expertos de las universidades de Texas Tech y de Oregon (Estados Unidos). Concretamente, meditar serviría, según los científicos, para reforzar la capacidad minada de autocontrol de los consumidores de tabaco, como demuestran estudios recientes de neuroimagen. En ellos se ha visto que los fumadores tienen menos actividad en las regiones del cerebro asociadas con el autocontrol.
“Estamos empezando a comprobar cómo las drogas afectan a las áreas del cerebro encargadas del autocontrol y, por ende, cómo influyen en el comportamiento de la persona adicta”, ha explicado la directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, Nora Volkow.
Para llevar a cabo el estudio, cuyos resultados han sido publicado en ‘Trends in Cognitive Sciences’, los investigadores reclutaron a 60 estudiantes de pregrado, 27 fumadores y 33 no fumadores, a quienes les pidieron realizar un programa basado en técnicas de entrenamiento de relajación. Los jóvenes se dividieron en dos grupos, de modo que la mitad recibió el ejercicio de atención plena y otros de relajación media. Antes y después de la realización de estos programas, que duraron dos semanas, se les realizaron escáneres cerebrales y análisis de monóxido de carbono para comprobar la cantidad de nicotina y los hábitos de los usuarios.
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