Federico Roncal Serra, Asesor Jurídico Técnico de ANEPA
En estos años, los SPA han hecho su función y, en general, han llegado a la mayoría de las empresas con resultados positivos. El 96 por ciento de las empresas tienen menos de 20 trabajadores, y solo el cuatro por ciento puede tener una modalidad de organización preventiva propia, y aun en estos casos, la Especialidad de Medicina del trabajo suele concertarse. La mayoría de las empresas depende, en todo o en parte, de un SPA, según indico D. Carlos Arranz, Secretario del INHST.
El papel del SPA no es sustituir al empresario, sino servirle de ayuda para que este haga prevención en su empresa. En un próximo futuro, además de hacer documentos, los SPA deben transmitir al empresario lo que es la cultura de la prevención, haciéndole comprender que su principal responsabilidad es la seguridad y de la salud de los trabajadores. Esta es la mejor forma de aportar valor al empresario. Deberá haber más comunicación e información entre la empresa y el SPA, en ambos sentidos, haciendo ver al empresario que su función es coordinar a todos los departamentos, involucrándolos en la seguridad y salud de todos los trabajadores, y en todos los niveles.
Para implantar la Prevención en la empresa, lo primero que debe hacer un SPA es llegar al empresario. Sin implicación del empresario poco podría avanzarse, y convencerle y presentarle un modo de gestión adaptado a su caso por el que se integre la prevención de modo efectivo. Pero hay que hacer más cosas: llegar al trabajador, a su persona, favoreciendo un clima de participación de los trabajadores de la empresa, que exista comunicación ascendente y descendente, en un clima de diálogo y escucha activa de ambas partes. Este sería el mensaje clave: Implicar al trabajador en cada empresa, ya que es el cliente final de la prevención, quien debe encontrarse satisfecho de la labor de los SPA.
Pero también debe lograrse que todos, la Sociedad en su conjunto, seamos mas sensibles a la seguridad y salud, formándonos todos, especialmente en el ambiente educativo, en los diferentes niveles escolares, que se hable de prevención y la necesidad de que todo se haga con seguridad. Esta tarea ha comenzado, pero los poderes públicos deben hacer más acciones.
¿En que han fallado los SPA? A la Inspección de Trabajo no le interesan muchos documentos. Solo le interesan algunos, los imprescindibles y necesarios, en opinión de D. Rafael García Matos. Lo importante es ver si la empresa está luchando por integrar la prevención. Para lograrlo es necesario el liderazgo del empresario, que crea en su equipo de trabajadores y en su propia capacidad directiva para desarrollar la cultura preventiva de la empresa. Cuando se cree en las personas, se cree en la Prevención de riesgos laborales. Habría más Prevención si hubiera más liderazgo empresarial. A veces los trabajadores están demasiado pasivos, haya o no “Representación Legal de los Trabajadores”, porque no se implican, y sería el empresario quien debe moverlos y motivarlos a la acción para alcanzar su colaboración en la Prevención.
El Subdirector General de la Inspección de Trabajo comentó que en una empresa no debe haber líderes tóxicos que den una visión negativa. La función del liderazgo es transmitir valores psicosociales positivos. La actual Ley se ha fijado mas en los aspectos negativos, en los riesgos psicosociales y sus daños, como la violencia, el stress, y la fatiga, sin valorarse, además, los valores psicosociales positivos de las empresas. Se evita cualquier investigación sobre niveles de satisfacción o clima laboral, en los que fundar una integración de la prevención en los trabajadores, como dar oportunidades de colaboración, creatividad, de reconocimiento, de aportación de ideas y de coordinación con otros trabajadores. También comentó que la formación en prevención no es transmitir solo conocimientos. El saber motivar y cambiar actitudes hacia la seguridad no es sencillo, y son pocos los que saben hacerlo. El objetivo sería llegar al trabajador para cambiar actitudes.
Hay empresarios que no asumen que el trabajo pueda originar daños físicos a sus trabajadores. Pero en realidad, hay daños para la salud cuya causa puede ser el trabajo, aunque sean los Médicos del Sistema Público de Salud los consideran debidos a causas naturales o al envejecimiento, y sean tratados como enfermedades comunes, en vez de cómo accidentes o enfermedades profesionales. Todos quieren tapar las enfermedades cuya causa sea el trabajo, incluso los trabajadores. Pero la responsabilidad de garantizar la salud de todos es de la empresa.
Y también es responsabilidad del empresario la promoción de la salud y bienestar de sus trabajadores, la cultura de la salud desde un enfoque integral en la empresa, con desarrollo políticas que ayuden a la participación de los empleados en la empresa, a la conciliación familiar, hábitos deportivos, y considerar la salud en todas las políticas de la empresa.
En conclusión, Los Servicios de Prevención Ajenos tenemos más futuro en la seguridad y salud, con visión positiva integradora, llegando a la persona, que en los riesgos laborales, que es un término algo negativo, de centrarse exclusivamente en el daño.
ANEPA
Resumen elaborado por Federico Roncal Serra
Asesor Jurídico-Técnico