Para algunas personas, el solo hecho de pensar en buscar una estrategia para el control de la tensión puede resultar estresante. En lugar de bloquearse, hay que comenzar por buscar soluciones prácticas que puedan ayudar a hacer frente a una pequeña fuente de estrés. Elige un motivo y trabaja en ello durante una semana o hasta que logres mejorar.
1. ¿Eres impuntual? No dejes todo para el último. Administra tu tiempo, delega y descarta tareas innecesarias. También es importante que te dediques tiempo.
2. ¿Te enojas con facilidad? Toma en cuenta la importancia que le estás dando al problema. ¿Realmente es serio o estás exagerando? Tómate un tiempo para respirar, reflexionar y elegir una solución.
3. ¿Te frustras cuando dudas de tus capacidades? Busca ayuda. Pídele a un amigo que te oriente o busca la solución en otras fuentes como libros, videos o cursos. Házlo también cuando estás aprendiendo técnicas de relajación.
4. ¿Rebasado de trabajo? Consigue apoyo. Por ejemplo, si se trata de trabajo doméstico, contrata a alguien. Si el trabajo es en tu oficina, delega, solicita a tu superior una extensión del tiempo para entregarlo o un apoyo extra de otro colaborador.
5. ¿Te falta tiempo para aprender a manejar tu estrés? Comienza con sesiones pequeñas de relajación o meditación. Comprométete a realizarlas diariamente.
6. ¿Mucha tensión? Prueba disminuirla con un masaje, un baño caliente o un paseo. Ejercitarte regularmente y realizar sesiones de relajación son la mejores técnicas para protegerte de la tensión.
7. ¿Eres pesimista? Recuerda la importancia del pensamiento positivo: mientras más alegre seas, mejor salud tendrás.
Haz cosas que te diviertan, amplía tu red social con personas felices.
8. ¿Discutes a menudo con los demás? Trata de ser más amable y tolerante con la gente que te rodea. En la forma de pedir, está el dar.
9. ¿Te sientes fastidiado? Concéntrate en un plan integral de salud, ejercítate, aliméntate saludablemente y practica técnicas de relajación. Busca ayuda profesional si crees que te falta motivación para seguir adelante.
10. ¿Te sientes solo? Llama a tu familia y amigos. Sé más sociable, asiste a lugares o eventos donde puedas conocer gente con los mismos intereses que tú. Si tienes fobia a socializar, baja autoestima o depresión, busca ayuda profesional.