
Todavía hoy, por desgracia y con más frecuencia de la que quisiéramos, contemplamos imágenes como éstas donde podemos observar comportamientos inseguros:
Nos dejan atónitos y nos hacen preguntarnos entre otras cuestiones ¿por qué asume el trabajador ese riesgo? ¿por qué lo hace así y no de manera segura, en las debidas condiciones de seguridad?. Podríamos hablar de que las condiciones de trabajo per sé, no son seguras…pero y cuando las condiciones de trabajo son seguras? ¿por qué cuando las condiciones organizativas de trabajo lo permiten, decidimos actuar fuera de las normas de prevención? Hoy a 20 años de la Ley de Prevención y su reglamentación de desarrollo, la información y formación de los trabajadores en materia de prevención es un hecho (aunque también podríamos debatir sobre la calidad y eficacia de esa formación, su reciclaje…). Además existe una mayor sensibilización en esta materia a nivel social, a nivel empresarial y también a nivel de los propios trabajadores. ¿No estamos lo suficientemente motivados en PRL todavía?
El escenario actual en PRL es un escenario con un repunte importante de la siniestralidad laboral, donde existe una extensa legislación, donde todavía se pone el foco en el cumplimiento normativo y donde hacemos una prevención basada en técnicas tradicionales (seguridad, higiene…). Entonces.. ¿estamos haciendo todo lo posible, todo lo que está en nuestra mano para reducir los accidentes y enfermedades profesionales?
Hoy dedicaremos esta entrada a una metodología de intervención y prevención de riesgos que se ha mostrado también eficaz en la medida en que todavía hoy muchos accidentes dependen también (aunque no de forma exclusiva obviamente) del comportamiento humano; la Seguridad Basada en la Comportamiento. Veremos sobre qué fundamentos o principios se asienta esta metodología y las claves del éxito de un programa de Seguridad Basada en la Comportamiento, en adelante (SBC). Esta metodología ha demostrado su eficacia en numerosas empresas de diferentes sectores de actividad y se perfila como una herramienta que debe ser especialmente considerada tanto por las organizaciones como por los prevencionistas no sólo para reducir y prevenir accidentes sino también para integrar la prevención e instaurar una verdadera cultura preventiva entre los trabajadores, principales destinatarios de esta metodología (aunque no los únicos).
La SBC es una herramienta de gestión basada en la observación de las conductas seguras en el lugar de trabajo y cuya finalidad es reforzar y mejorar el desempeño o comportamiento seguro de todos los componentes de una organización.
Las conductas y las actitudes que tenemos las personas, son un tema verdaderamente complejo y a la vez de gran importancia por cuanto que las empresas y organizaciones están constituidas por personas. En la gestión de la prevención deberíamos dar más importancia a este capítulo. Existen unas condiciones materiales de seguridad, un medio ambiente físico de trabajo, contaminantes químicos y biológicos que pueden estar presentes en el medio ambiente de trabajo, una determinada carga de trabajo, una determinada organización del trabajo…Sin embargo una correcta gestión de la prevención de riesgos laborales no sólo debe influir en las condiciones materiales, ambientales y organizativas del trabajo sino que también debe contemplar una intervención en el “subsistema social de la empresa” (NTP 415 del INSHT, Actos inseguros en el trabajo: guía de intervención, esto es, en las personas).
Según la Teoría Tricondicional del Comportamiento Seguro, para que una persona trabaje segura ¿qué condiciones deben darse?

Las tres condiciones son necesarias y ninguna de ellas condición suficiente. Este “sencillo” modelo, nos permite diagnosticar e intervenir para realizar una correcta integración y planificación de la PRL. Nos permite detectar e identificar en qué condiciones debemos actuar y qué acciones preventivas podemos desarrollar de manera eficaz.
La SBC, desde el ámbito de la Psicología de la Seguridad y Salud Laboral es una metodología o herramienta de gestión dirigida establecer, mantener y aumentar el comportamiento seguro. La SBC nos permite actuar sobre el Factor Humano, sobre el “Querer trabajar seguro”. Trata de “educar” a los trabajadores y arraigarles en los principios básicos de la PRL de forma que la seguridad y salud sea un valor en las personas y como un valor de la organización.
Entonces….esta metodología puede aplicarse en organizaciones donde dispongan de un Sistema de Gestión de la Prevención consolidado, donde las condiciones de seguridad e higiene estén superadas, donde se haya “empoderado” a los trabajadores sobre los riesgos, su identificación, las medidas preventivas y protectoras aplicables…Es decir, organizaciones donde se puede trabajar seguro y donde sus trabajadores saben trabajar seguro. Esta metodología no tiene mucho sentido en organizaciones con equipos, maquinaria, condiciones ambientales deficientes, métodos de trabajo inseguros .. o para suplir las deficiencias en materia de información y formación…
LOS 7 PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA SBC

I. Basada en la observación de la conducta/comportamiento
Los programas de SBC se basan en observar el comportamiento real, tangible y observable de los trabajadores y esto incluye tanto observar lo que la gente hace como aquello que deja de hacer. La observación debe permitir diferenciar entre comportamientos seguros e inseguros.
El proceso de observación en un programa de SBC debe ser permanente, e incluir observaciones planeadas y no planeadas.
II. Basada en la observación de factores externos
Debemos observar aquellos elementos tangibles, medibles, factores externos que afectan al comportamiento como la interacción social, la supervisión, la gestión directiva, el liderazgo…ya que estos factores pueden promover o aceptar comportamientos de riesgo y por tanto inseguros.
III. Dirigir con activadores y motivar con consecuentes
¿Por qué hacemos algo? Porque queremos algo, porque esperamos una recompensa.

Un activador es un estímulo que percibido por el usuario, desencadena una determinada conducta o comportamiento. El activador funciona porque el usuario ha aprendido que si realiza esa conducta después de presentarse ese activador obtendrá una recompensa o evitará un castigo. Los activadores son de especial importancia ya que su fuerza o poder radica en la fuerza de las consecuencias que desencadene.
Los programas de SBC tienen como objetivo diseñar y trabajar secuencias ABC.
IV. Orientada a consecuencias positivas
Se trata de motivar el comportamiento seguro a través de consecuencias positivas. La SBC trata de identificar las consecuencias que están reforzando a los comportamientos inseguros y eliminarlas o reducirlas. En otro orden, la SBC tendrá que crear o potenciar a aquellas consecuencias que refuercen a los comportamientos seguros.
V. Aplicar método científico de control
Aplicar un método de control cuantificable, riguroso y de manera continua que permita determinar objetivamente si los resultados obtenidos con el programa son positivos, en qué términos, incluso su valor económico.
Ésta es una característica imprescindible de esta herramienta de gestión, la medición del desempeño.
Para ello se puede emplear la secuencia DOIT;
D |
Definir las conductas objetivo, las conductas clave |
O |
Observar las conductas para tener la línea base |
I |
Intervenir sobre las conductas |
T |
Realizar test, esto es, medir el impacto del método |
VI. Basada en la mejora continua. Utilizar los resultados para retroalimentar el sistema
Los resultados deben servir para la mejora continua del programa. Un programa de SBC debe ser flexible e ir adaptándose según los resultados en aras a una mayor eficacia del mismo. La secuencia DOIT, es similar al conocido ciclo de mejora continua PDCA (Plan, Do, Check, Act) permitiendo introducir o adaptar no solo la fase de intervención sino también en el reenfoque de las observaciones o en las conductas objetivo.
VII. Considerar los sentimientos y emociones
Un cambio en el comportamiento es eficaz si éste es sostenido en el tiempo. Para que sea sostenible en el tiempo el nuevo comportamiento debe inducir a su vez a un cambio en la conducta cognitiva y sus actitudes. Por ello es importante enfatizar y desarrollar sentimientos positivos, consolidar las actitudes positivas y estimular el aprendizaje y participación favoreciendo el autocontrol de la seguridad.
LAS CLAVES DEL ÉXITO EN UN PROGRAMA DE SBC
Para que un programa de SBC tenga éxito se debe:
- Ejercer un liderazgo visible y ejemplar por parte de la dirección de la organización
- Contar con el compromiso de la dirección de la organización
- Observar y escuchar de forma activa y proactiva
- Influenciar
- Realizar acciones
- Medir
- Contar con los recursos necesarios para su diseño, desarrollo, implantación y seguimiento.
- Contar con la participación de las personas de la organización a nivel estratégico (Gerencia, Dirección), a nivel táctico (Mandos intermedios, Supervisores..) y a nivel operativo (trabajadores).
Hemos visto de manera resumida qué esta metodología y los principios sobre los que se asienta. Es una metodología eficaz para intervenir a nivel de psicología de la Seguridad y Salud en la siniestralidad laboral pero que tiene cierto grado de complejidad en su diseño, desarrollo, implantación y seguimiento por lo que es recomendable contar con expertos con conocimiento y experiencia en el desarrollo de programas de SBC. Sin duda una metodología de gran interés para los prevencionistas.
¿Has aplicado alguna vez un programa de SBC? ¿Cuál ha sido tu experiencia al respecto? ¿Te parece una metodología eficaz? Y ¿necesaria? Te animo a enriquecer esta entrada con tus comentarios y a compartirlo en redes si te ha parecido interesante
Alguna documentación y bibliografía de interés: