El control de las condiciones de trabajo ha sido, desde su origen, una de las técnicas empleadas dentro del campo de la prevención de riesgos laborales. Esta importancia ha sido reconocida reglamentariamente a través de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), art 16, y creación de la figura del recurso preventivo.
Las obras de construcción son centros de trabajo temporales en las que, por su especial singularidad, la gestión de los recursos preventivos se convierte en una herramienta básica y de cuya eficacia depende la mejora de las condiciones de trabajo y el incremento de la seguridad y salud de los trabajadores.
La concurrencia de trabajadores de distintas empresas, la evolución en el tiempo del centro de trabajo, la presencia de riesgos especiales, los equipos y medios de protección utilizados y la necesidad de ejecución de tareas mediante procedimientos seguros de trabajo hacen de la figura del recurso preventivo un elemento fundamental para la seguridad en la obra.
Con este documento se pretende orientar a empresarios, técnicos y trabajadores en la gestión de los recursos preventivos y que, a modo de pequeña guía de buenas prácticas, sirva como instrumento de actuación eficaz para reducir la siniestralidad manteniendo un ambiente de trabajo seguro.