Según un post de Mark Dixon, CEO de Regus en su blog, actualmente las personas piensan mucho en su salud, y por una buena razón. Cuando muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestros días trabajando frente a una computadora, es esencial encontrar la manera de mantenerse en forma e introducir diversidad a nuestras rutinas diarias.
Muchos ejecutivos no hacen estricto ejercicio ni regímenes alimenticios únicamente para mantenerse bien físicamente, sino que les resulta funcional para alejar su mente del trabajo y les ayuda a dormir mejor por las noches.
Un estudio realizado en Austin, Texas, entre 2003 y 2007, demuestra que el bienestar físico y mental van de la mano. Financiado en parte por el Centro para el Control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos, el proyecto ofreció a más de 1.200 empleados del transporte público la opción de contar con entrenadores personales, un gimnasio abierto las 24 horas, asesoría para una dieta y ayuda para dejar de fumar.
Los participantes se fueron haciendo más activos, perdieron peso, redujeron su tensión arterial y cambiaron a la comida más sana. Y a pesar de que el programa costó dinero los tres primeros años, ahorró también en los dos siguientes. Esto además redujo el ausentismo un 25 %. Durante un período de cinco años, el resultado total de la inversión se estimó en un 2.43.
Hay muchas cosas simples que podemos poner en práctica en el lugar de trabajo, sin necesidad de generar muchos gastos – tales como animar a la gente a llegar en bicicleta al trabajo o servir comida más sana en los comedores de los trabajadores. Aún así es notable la lentitud con la que muchas compañías toman estas medidas para el mejoramiento de la salud completa de su personal.
La resistencia a gastar el dinero en el bienestar del empleado es un ejemplo clásico del corto plazo, o una mentalidad más plana. Cualquier empleador inteligente debería reconocer que la salud del personal cada vez es más importante. Las dietas pobres, la creciente tensión y la mala salud son factores que pueden desbalancear la estabilidad.
Sin embargo, hay veces que nos vemos sobrecargados con la propaganda sobre ejercicio y comida sana; y no se trata únicamente de eso. En mi opinión, estar saludable para el trabajo se trata de hacer menos ejercicio en el gimnasio y más, sobre el lograr un equilibrio conveniente en la vida. Y la gente lo puede encontrar de diferentes maneras. Debo admitir, felizmente, que yo encuentro aburridos los gimnasios. En lo personal, prefiero el tenis o navegar.
También debemos recordar lo que los antiguos filósofos nos han enseñado sobre permitirnos un tiempo para la contemplación. La práctica de yoga es un ejemplo claro del modo en que este enfoque ha sido incorporado en los regímenes de salud de empresarios exitosos.