- Muchas personas creen que al moverse en el trabajo no necesitan hacer ejercicio fuera de él.
- Hacer ejercicio después del trabajo puede ayudarte a evitar lesiones provocadas por tu actividad laboral.
- No se trata de machacarse haciendo ejercicio, sino de buscar una actividad saludable con la que además pasar un buen rato.
En las últimas décadas nos hemos acostumbrado al trabajo sedentario. Es una buena parte de la población la que realiza trabajos de este tipo y puede que sea en ellos en los primeros que se piense a la hora de plantearse hacer ejercicio.
Sin embargo, aunque sí es recomendable que hagan alguna actividad física fuera de su trabajo, no son los únicos que deberían hacerla. Sí, puede que tu trabajo sea activo y que no pares durante todo el día, pero eso no quiere decir que estés haciendo ejercicio como tal.
Un trabajo activo implica también una mayor presión sobre el físico, y un estrés que puede traducirse incluso en hacerse alguna que otra lesión. ¿Es más saludable el trabajo activo? No. ¿Por qué? Los trabajos activos suelen ser repetitivos.
Sí, quizás conlleven esfuerzos físicos pero al ser repetidos pueden llegar incluso a fatigarte. Además son movimientos limitados a tus deberes como empleado. No son lo mismo 30 minutos de ejercicio en sí mismo que 30 minutos de tu actividad diaria en tu trabajo.
¿Aún crees que haces suficiente ejercicio en el trabajo? ¿Has probado a seguir haciendo los movimientos que haces en tu día a día fuera del trabajo? ¿A que no te hacen sentirte bien ni te ayudan a aliviar la tensión física y mental que puedas sentir? Entonces sí que necesitas hacer ejercicio después del trabajo. No sólo es muy recomendable sino que en cuanto descubras los beneficios que obtendrás después de hacerlo no querrás dejarlo.
Aunque estés cansado hacer ejercicio te hará recargarte de energía y además te ayudará a liberarte de todo lo que te ronda la cabeza. Esas preocupaciones del trabajo, el estrés… Será tu momento, uno en el que olvidarte de todo y cuidar de ti mismo.
No, no hace falta que te des una paliza de dos horas en el gimnasio. Si lo recomendable son 30 minutos de actividad al día puedes acudir a clases de yoga o pilates que no son mucho más largas. Esto ayudará a que mantengas tu equilibrio físico y mental y a que tu cuerpo no se sobrecargue.
¿No te gusta esa sensación que te provoca hacer una actividad agradable? Esa sensación de descanso posterior que te hace dejar atrás cualquier problema que hayas tenido a lo largo del día… No te pongas excusas y busca la actividad que te guste, lo importante es que te muevas y que además te diviertas haciéndolo. Ya sean clases de baile, senderismo, yoga, pilates o kickboxing, da lo mismo si con ello ayudas a tu cuerpo y a tu mente a estar en sintonía y a llevar mejor las jornadas laborales.
¿Y tú? ¿Qué excusa tienes para no moverte?
Fuente: Universia Chile