Se estima que, cada año, se diagnostica cáncer a 1,4 millones de personas en edad activa en Europa. Aunque muchas de ellas pueden seguir trabajando, la tasa media de reincorporación al trabajo es de solo el 64 % tras 18 meses, y las personas que sobreviven al cáncer tienen 1,4 veces más probabilidades de estar desempleadas y tres veces más de recibir prestaciones por discapacidad.
«Además de los efectos negativos en el bienestar y los ingresos, que se derivan de no trabajar, la situación tiene graves consecuencias económicas para las empresas y la sociedad en su conjunto», afirma Christa Sedlatschek, Directora Ejecutiva de la EU-OSHA. «De hecho, se estima que en 2009 los días hábiles perdidos por motivos relacionados con el cáncer costaron a la Unión Europea 9 500 millones de euros. Por lo tanto, es fundamental que las empresas pongan en marcha estrategias eficaces para ayudar a su plantilla a reincorporarse al trabajo después de un diagnóstico de cáncer».
A través de su proyecto «Rehabilitación y reincorporación al trabajo después del cáncer: instrumentos y prácticas», la EU-OSHA se propone sensibilizar sobre los problemas a los que se enfrentan las personas afectadas por esta enfermedad y elaborar orientaciones para las empresas sobre cómo ayudarles a reincorporarse al trabajo.
Las personas que sobreviven al cáncer a menudo padecen problemas psicológicos, como depresión y ansiedad, así como problemas físicos, especialmente fatiga. Estos problemas de salud pueden reducir su capacidad de trabajo y pueden estar asociados a actitudes negativas entre colegas. Las pruebas científicas sugieren que las intervenciones multidisciplinares que conllevan, por ejemplo, una combinación de medidas de rehabilitación física y profesional y asesoramiento pueden contribuir a que la reincorporación al trabajo sea satisfactoria.
Ejemplos de buenas prácticas
En el marco del proyecto, se identificaron y analizaron en profundidad siete ejemplos de buenas prácticas de cinco Estados miembros de la UE, que demostraron que existen diversos enfoques para ayudar a volver al trabajo a las personas que sobreviven al cáncer.
El programa «Working through cancer» (Trabajar durante el cáncer) dirigido por la organización Macmillan Cancer Support, del Reino Unido, es un ejemplo de intervención especialmente innovadora. Este amplio programa ofrece una serie de recursos, desde información en línea y módulos de aprendizaje electrónico hasta la asistencia telefónica y cursos de formación en el puesto de trabajo, adaptados a las necesidades de la plantilla y sus familias, la empresa, el departamento de recursos humanos y los centros de asistencia sanitaria. Uno de los objetivos del programa es garantizar que las empresas entiendan los beneficios de ayudar activamente a las personas a reincorporarse al trabajo después del tratamiento.
Sobre la base de los factores de éxito de este proyecto, se formulan diversas recomendaciones:
- Debe prepararse una legislación que obligue a todas las empresas a ofrecer programas de reincorporación al trabajo a las personas, y debe prestarse apoyo para ello, en particular a las pymes.
- La implementación temprana y la buena comunicación entre todas las partes involucradas son esenciales para que las intervenciones de reincorporación al trabajo sean eficaces, y los programas deben adaptarse a las necesidades de los individuos.
- Los programas de reincorporación al trabajo deben integrarse en las políticas de las empresas, y deben destinarse tiempo y recursos suficientes a proporcionar información sobre el cáncer y la reincorporación al trabajo.
- Deben dedicarse esfuerzos a fomentar actitudes positivas en el lugar de trabajo hacia las personas que se reincorporan después de un cáncer.
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