Cuando abordo la redacción de estas líneas, lo hago con el pensamiento central de que nuestra Organización debe ser lo más eficiente posible en el servicio que presta a la sociedad en su conjunto y, en particular, a los más desfavorecidos; pero resultará fundamental que la búsqueda de la excelencia no se realice con menoscabo de la seguridad en las condiciones de trabajo con que las personas que forman parte de CRUZ ROJA MADRID deben desempeñar sus funciones.
Por ello, la mejora continua en prevención de riesgos laborales debe ser un objetivo de primera magnitud en nuestra Institución. Dicha mejora no consiste solamente en las condiciones de las instalaciones sino que debe alcanzar a las condiciones psicosociales de los personas que componen nuestra plantilla, aspecto en el que CRUZ ROJA MADRID realiza una actividad continua.
En nuestra Organización la gestión de prevención de riesgos laborales es especialmente compleja debido a la cantidad de centros de trabajo, la dispersión de los mismos e, incluso, la frecuente apertura y cierre de algunos de ellos. Si bien, la documentación definida en la Ley 31/95 y posterior reglamentación debe ser algo relativamente sencillo de mantener y que disponga de un contenido ajustado a las circunstancias de la Entidad, en nuestro caso adquiere una notable complejidad y requiere un esfuerzo adicional por las circunstancias referidas a los centros de trabajo que componen la infraestructura de CRUZ ROJA MADRID.
Por lo que conozco de la aplicación de la prevención de riesgos laborales en nuestro país, soy consciente de que integrar la misma en todo tipo de Empresas o Instituciones es el paso más complicado; ello, a pesar de que es un mandato legal nítidamente previsto en el Art.16.1 de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales y en los Arts.1.1 y 2 del RD 39/97 Reglamento de los Servicios de Prevención.
Pero si vamos más allá, a efectos prácticos, sin integración de la actividad preventiva, la misma será una isla dentro de la gestión de la Entidad y llegaría a poco más que cumplimentar una serie de documentación que tratasen de justificar el cumplimiento de la normativa vigente, en nuestro caso y como se dijo anteriormente, de especial complejidad. Es decir, la prevención de riesgos laborales es y debe ser una actividad transversal dentro de la gestión de cualquier organización. En resumidas cuentas, la gestión de la prevención de riesgos laborales debe formar parte de todos y cada uno de los contenidos de los puestos de trabajo que componen nuestra Organización, especialmente de los referidos a personas que tengan responsabilidad sobre el trabajo de otras personas: Trabajar con eficacia y productividad pero en las mejores condiciones de seguridad psicofísica posible.
Si unimos la necesidad de integración para disponer de un adecuado sistema de gestión en materia preventiva con la circunstancia descrita de centros de trabajo que tiene CRUZ ROJA MADRID, llego a la conclusión de que nuestra Institución precisa del mejor nivel de integración en prevención de riesgos laborales, no ya solo para la mejora continua de la actividad preventiva, sino hasta para disponer de una documentación totalmente ajustada a sus circunstancias en cada momento.
Es por todo lo anterior que CRUZ ROJA MADRID realiza continuamente acciones de mejora y optimización de su actividad preventiva, tanto a nivel documental como relativas a integración de la prevención de riesgos laborales en base a su transversalidad e implicando cada vez más a los mandos intermedios de la Institución.
Es una tarea ilusionante y necesaria en la que nos encontramos inmersos desde hace tiempo; todo lo anterior forma parte de nuestro compromiso para con nuestras personas, colaboradores y la sociedad en general y nos esforzamos diariamente para que las acciones asociadas a dicho compromiso redunden en mejorar las condiciones de trabajo de nuestras personas a todo nivel.
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