Numerosas investigaciones han revelado cuáles son las características deseables de una cultura organizativa favorable a la seguridad industrial, que pueden agruparse en siete grandes atributos.
Dichos atributos pueden estar ligados a la estrategia global de la organización (en violeta) o a los procesos (en naranja).
Comprender los 7 atributos
Conciencia compartida de los riesgos más importantes
Prevenir accidentes mayores, así como accidentes graves y mortales, es una prioridad en materia de seguridad, compartida por todos los actores de la organización.
Cultura interrogativa
Se trata de compartir la convicción de que los riesgos nunca pueden ser totalmente controlados.
La organización se ocupa de ejercer una vigilancia colectiva constante. Aunque no haya habido accidentes graves durante muchos años continúa dudando, se interroga sobre la realidad del terreno, alienta los señalamientos y las alertas, busca las causas profundas de los acontecimientos graves.
Cultura integrada, todos movilizados
Nadie es el único poseedor de las claves de la seguridad. Es necesario implicar al conjunto de los actores de la organización, sin olvidar las instancias representativas del personal y las empresas subcontratadas.
Equilibrio apropiado entre lo regulado y lo gestionado
Se debe encontrar un equilibrio entre la seguridad regulada (en referencia a las reglas y procedimientos) y la seguridad gestionada (iniciativa del personal en el terreno) en función del contexto y de la actividad de la organización.
Atención permanente a los tres pilares
Una acción coherente sobre la fiabilidad técnica, los sistemas de gerenciamiento y los factores humanos y organizacionales es indispensable para progresar en materia de seguridad. No hay que desatender ninguno de los 3 pilares.
Liderazgo de la dirección e implicación de los empleados
El desafío de la organización es ir hacia una cultura de seguridad integrada, que favorece la implicación de los directivos y los operadores sobre las cuestiones de seguridad.
Cultura de la transparencia
Se trata de generar confianza dentro de la organización para liberar la palabra. Una política de cultura justa, coherencia entre los discursos y una comunicación leal a nivel externo e interno son las claves de la cultura de la transparencia.
Fuente: ICSI