Autor:
José Manuel Vicente Pardo (Director de la Cátedra Internacional de Medicina Evaluadora y Pericial. Universidad Católica San Antonio de Murcia. UCAM y Jefe Unidad Médica Equipo Valoración Incapacidades INSS Gipuzkoa. España). Fuente: Med. segur. trab. vol.64 no.251 Madrid abr./jun. 2018
Resumen
La incapacidad laboral se presenta dependiendo de múltiples variables: variable sanitaria y salud, variable de gestión, variable territorial, variable psicosocial y personal, variable económica, y variable normativa, la gestión correcta debe analizar todas ellas. En la adecuación de la incapacidad laboral las variables de salud (enfermedad) y sanitarias (atención sanitaria) son elementales, pero la desviación de la incapacidad debe ser objeto de particular y completo análisis donde tienen su trascendencia las variables personales, las sociales, las económicas, las normativas, y las de la propia gestión de las encomendadas a las diversas entidades. Los procesos que más frecuentemente causan bajas prolongadas son las «lumbalgias» y los de «ansiedad, trastornos adaptativos y depresión» y debieran de abordarse con atención temprana para evitar su extensa duración. Los datos pormenorizados sobre la variabilidad territorial en incidencia, duración y prevalencia de la incapacidad temporal por comunidades autónomas, reflejan que las comunidades autónomas con más bajas por mil afiliados son las comunidades con menor duración de las bajas y las más ricas. La incapacidad permanente globalmente considerada se presenta de forma muy diferenciada por territorios, siendo las comunidades más ricas las que tienen menos incapacitados. Algunas variables significativas en cuanto al grado de incapacidad no guardan relación con su causa médica. La variabilidad económica pesa de forma relevante sobre el absentismo por incapacidad temporal, disminuyendo en la crisis y elevándose con la mejoría económica. El abordaje normativo, con mayor control o controladores no parece concluir en un mejor control.