¿La alergia ha llegado para quedarse?
Algo está cambiando en nuestro entorno, en el ambiente y en nuestros hábitos que provoca que cada vez más personas soporten los molestos síntomas de la alergia. Y la predicción no es muy favorable, pues cada vez afecta a más gente y más joven.
“Todo el día con picor en la nariz, ojos llorosos y estornudos. ¡Ya no puedo más! Empiezo en noviembre y sin parar hasta agosto.”Así se quejaba ayer un compañero de trabajo con el pañuelo entre las manos, mientras no paraba de sonarse la nariz.
¡Pues sí! Ya es un clásico, ahora “es primavera todo el año”. O eso parece. El cambio estacional no es tan obvio y puede ser que en octubre aún vayas en manga corta o que en agosto tengas que ponerte un chaquetón. Pasamos años de lluvias escasas, veranos con olas de calor tempranas e inviernos templados. Y todo este, digámosle… desorden, afecta al ciclo de vida. La tierra padece y los que habitamos en ella también.
Acabamos de estrenar la primaveray muchos de nosotros ya llevamos meses con alergia. Hace un tiempo se hablaba de alergia estacional o primaveral, quizás hoy debemos denominarla alergia perenne.
Hay razones para que la alergia nos afecte más temprano
Las alergias se han disparado en invierno. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) en los años 90 tan sólo un 5% de los alérgicos al polen se veían afectados por las cupresáceas, en la actualidad llegan al 40% de los casos en Madrid, Barcelona y Sevilla. Después de las gramíneas y el olivo, las cupresáceas ya se sitúan en el tercer lugar por el número de alergias al polen que provocan.
Más adelante veremos cuáles son los principales alérgenos, pero de momento, vamos a explicar el porqué del aumento las alergias y del período de afectación.