Los incómodos capítulos de la serie Black Mirror no plantean situaciones tan alejadas de la realidad. Esta semana, un reportaje de la agencia Reuters desveló que la empresa Blackrock, la mayor gestora de fondos de todo el mundo, ha empezado a ofrecer un anillo inteligente a sus empleados para controlar sus hábitos de sueño, su frecuencia cardiaca y otros indicadores fisiológicos. El objetivo es reducir su estrés y mejorar su bienestar. Blackrock se preocupa por su salud, pero también por su rendimiento en el trabajo. Cuanto mejor duerman sus gestores, mejores decisiones tomarán.
La apuesta no es baladí. En el sector de los fondos de inversión, una ligera ventaja se puede traducir en un rendimiento de millones de dólares. Blackrock gestiona unos 6,5 billones de dólares, aproximadamente seis veces el PIB de España. Y aunque la gestión pasiva o automática tome cada vez más peso en el manejo de sus inversiones, su liderazgo depende en gran parte del rendimiento de sus empleados porque son quienes toman las decisiones más arriesgadas.
Según fuentes consultadas por Reuters, Blackrock introdujo el anillo en enero de forma experimental. Ahora lo usan una decena de trabajadores. Lo llevan de forma voluntaria y se lo pueden quitar en cualquier momento. “Al aceptar el experimento, los empleados consienten en compartir sus datos fisiológicos con el equipo de finanzas conductuales de Blackrock. Pero esta información también se puede difundir de manera más amplia, de forma colectiva o anónima”, asegura una fuente consultada. Si el funcionamiento del anillo tiene éxito, la empresa podría extenderlo a gran escala, añaden.
Ampliar Información