El concepto de carga mental de trabajo está adquiriendo cada vez una mayor importancia, debido fundamentalmente a las nuevas formas de organización del trabajo, y a los avances tecnológicos e informáticos, que suponen la existencia de mayores exigencias mentales o intelectuales, frente a las exigencias físicas de los trabajos más tradicionales.
En cualquier trabajo, el trabajador tiene que poner en funcionamiento mecanismos o procesos tanto físicos como mentales. Estos mecanismos son los que determi nan la CARGA DE TRABAJO, que podemos definir como “el conjunto de requeri mientos psicofísicos a los que se somete al trabajador a lo largo de su jornada laboral”.
En la realidad laboral no vamos a encontrar trabajos puramente físicos ni trabajos puramente mentales, sino que en cualquier tipo de actividad van a estar presen tes ambos aspectos. Sin embargo, desde un punto de vista teórico, sí vamos a diferenciar el trabajo físico del trabajo mental, según el tipo de actividad que pre domine. Es decir, cuando la actividad desarrollada sea predominantemente física, hablaremos de trabajo físico o muscular, y por lo tanto, de “Carga Física de Trabajo”, y cuando, por el contrario, la actividad implique un mayor esfuerzo inte lectual, hablaremos de trabajo mental, y en consecuencia, de “Carga Mental de Trabajo”.
La carga de trabajo, tanto física como mental, podría ser considerada por tanto como un peligro o factor de riesgo presente en todas las actividades laborales y en cualquier tipo de empresa. Esta carga viene determinada por la interacción o relación que se establece entre:
• Las exigencias del trabajo (que incluyen las exigencias de la tarea y las con diciones en que se realiza), por un lado, y
• Las características del individuo que realiza la tarea, por otro. Estas característi cas son las que determinan el grado de movilización de las facultades psicofí sicas del trabajador, el esfuerzo que debe realizar para llevar a cabo la tarea.
Fuente: INSST