- Sandra Alonso Guillen es Psicóloga General Sanitaria, Especialista en Psicología Clínica y Forense, Doctora en Psicología y Ciencias de la Salud y forma parte del equipo de Dirección Médica de Umivale
Estamos viviendo momentos excepcionales y a nadie se nos escapa el impacto psicológico que tiene no solo el confinamiento sino la situación de desempleo y el agravamiento económico que eso supone, el estar alejado de tus seres queridos, la convivencia con personas con problemas conductuales, con enfermedades mentales,…pero lo más duro, sin duda, es no poder acompañar a nuestros seres más amados durante su enfermedad e incluso su muerte.
Por ello, queremos dar unos consejos a los familiares y amigos de los fallecidos para intentar afrontar ese periodo de duelo en tiempo de coronavirus:
– Si has perdido a un familiar o amigo en estos momentos de confinamiento y no has podido acudir a prestarle tu cariño y ayuda, el dolor que sientes en estos momentos es totalmente comprensible. La rabia, frustración, culpa, angustia e impotencia son sensaciones normales. Ahora mismo no hay opción de evitar lo que sientes, pero cuando la situación se tranquilice podrás hacer más cosas para organizar lo que sientes en tu interior.
– Pensamientos tormentosos. Es muy probable que te atormenten pensamientos sobre cómo fueron sus últimos momentos, si estaba solo o acompañado de algún sanitario, si dijo algo antes de morir, si pensó en ti, si sufrió, si estaba tranquilo consigo mismo,… Todos esos pensamientos pueden llenarte de angustia y malestar, sin embargo, es importante darles su espacio. Son normales tenerlos y debemos aprender a vivir con ellos. Exterioriza todos estos pensamientos con alguien cercano, comunícate y no te reprimas si eso es lo que necesitas. Habla de ello hasta dónde tú quieras y a tu manera. Si piensas que debes evitar pensar en ello verás que será inútil, no se puede huir de algo que es terriblemente natural. Busca el espacio para dedicarle su tiempo a estos pensamientos.
– En paz. No estabas presente pero tu ser querido estaba atendido por un equipo de profesionales que le estaban cuidando y atendiendo de la mejor manera que supieron. Tu ser querido estaba recibiendo atención en cuidados intensivos, muy posiblemente estaba sedado y aunque no lo sabes, es muy probable que muriera de forma apacible.
– El duelo cambia de emoción. Es muy posible que esta muerte sea la primera tan cercana y dolorosa que sientas. El duelo es un camino complicado y novedoso para ti. No tengas prisa en atravesarlo, ve a tu ritmo, va a ser lento, pero no es eterno. Puedes encontrarte muy mal en estos momentos, pero no siempre va a ser así. También debes comprender que tu manera de llevar el duelo es única. Acepta todos aquellos consejos que más se acerquen a tu manera de ser y rechaza aquello con lo que no estés de acuerdo.
La mejor manera de saber si sigues el camino correcto es sentir diferentes emociones que pueden ir cambiando a lo largo de los días, semanas o meses. Sentir en ocasiones incredulidad, después sentir rabia, para a continuación sentir tristeza, es señal de que te estás moviendo y de que estás avanzando por tu duelo. Sentir siempre la misma emoción puede significar que estás estancado, pide ayuda de un profesional. Actualmente hay muchos que pueden ofrecer su ayuda a través de terapia on line con canales seguros.
– Diferentes maneras de avanzar por tu duelo. Al estar en confinamiento es muy fácil que convivas con más personas que manejen esta situación diferente a ti. No existe una única manera de afrontar al duelo, así que, sé respetuoso con los demás. Cada uno lleva un ritmo y podéis tener momentos en los que choquéis. Es cuestión de tiempo que encontréis una manera más armoniosa de convivir con los diferentes tipos de duelo.
– Puedes hacer un pequeño velatorio. A causa del confinamiento es muy probable que no hayas podido ir al funeral y sin embargo para muchas personas este acto puede ser muy significativo. Puedes hacer tu propio ritual de despedida en casa. Puede que necesites algo de creatividad por tu parte, hazlo a tu manera. Puedes hacerlo solo, con las personas con las que convivas o incluso haciendo una videollamada colectiva. Puede ser algo sencillo, un acto que exprese lo que significa para ti el ser querido que se acaba de ir. Haz lo que te pida tu corazón. Si sientes que ahora no es el momento, déjalo para más adelante.
– Los niños. Cuando llegue el momento de decirle a un niño que su ser querido se ha muerto, díselo con cariño, con palabras que él pueda entender. No mientas ni te inventes historias fantasiosas porque en realidad esto no le ayuda. Un niño puede sentir el duelo de manera diferente a la de un adulto, quizás su manifestación es más de irritabilidad y confusión. Trata de compartir tus propias emociones para que se sientan reflejados en ellas pero hazlo sin dramatismo, siguen siendo niños y necesitan que les muestres seguridad.