
Desde hace años los productos químicos se desarrollan, fabrican y utilizan en cantidades crecientes por un número de industrias en constante aumento. Actualmente existen en el mercado más de 100.000 sustancias y cada año se introducen en el comercio unas 1.000 sustancias nuevas. El nivel de vida y bienestar de los países desarrollados ha aumentado de forma paralela a la producción y uso de productos químicos. Hoy día, la sociedad moderna no puede prescindir de la utilización de estos productos. Pero, a pesar de ser evidente que los productos químicos han hecho posible muchos de los beneficios que actualmente disfruta nuestra sociedad, la experiencia demuestra que estos productos también son capaces de producir daños o efectos indeseables sobre las personas, los bienes materiales y el medio ambiente. La manifestación de estos daños o efectos indeseables ha aumentado también de forma paralela al incremento que ha registrado la utilización de los productos químicos.
De esta situación se deduce la necesidad de adoptar medidas que permitan conciliar la utilización de los agentes químicos con la mayor seguridad posible de que no se produzcan daños.
Se justifica, por tanto, el interés y la prioridad del estudio y conocimiento de la capacidad de los productos químicos para provocar acciones adversas con la finalidad de prever los daños que puede comportar su utilización y, de este modo, poder adoptar unas medidas de prevención adecuadas.
A continuación se revisan una serie de conceptos básicos en relación con la denominación de producto químico, las características y capacidad de producir efectos adversos de estos productos y las consecuencias de esta capacidad.
