Diego Alejandre García – Consultor de Prevención de Fraternidad Muprespa. Técnico Superior en prevención de riesgos laborales. Máster en prevención de riesgos laborales en Seguridad, Higiene, Ergonomía y Psicosociología.Ingeniero Técnico Industrial
Durante el confinamiento por el Covid-19 una de las películas que hemos podido ver es “Contagio”, estrenada en cines el 9 de septiembre de 2011 en Estados Unidos. Cualquiera que la vea ahora podría pensar que se trata de una película profética de los acontecimientos que estamos viviendo 8 años después.
En este artículo analizaré los hechos más relevantes de la película, incluyendo el origen del virus, que es sencillamente el final de la película. Todo ello desde una perspectiva preventiva aplicable a la gestión de la prevención de riesgos laborales.
Impresiona ver desde el primer minuto las semejanzas con el Covid-19. Una ejecutiva que vuelve a Estados Unidos de un viaje de negocios en Hong Kong, síntomas de fiebre, tos y malestar en un aeropuerto de tránsito, llegada a su casa, abrazos y besos con su marido e hijo… (día 1). Desde la perspectiva preventiva llaman la atención los primeros planos de un recipiente de frutos secos en la barra de un bar del cual ella ha cogido algunos (foco de contagio hacia otros clientes que comen del mismo recipiente y hacia la camarera de barra), de su tarjeta bancaria que le da a la camarera, de cómo la camarera pasa la tarjeta bancaria por el lector y pulsa las teclas de la caja registradora (foco de contagio hacia otras/os camareras/os),… Realmente en cuestión de segundos entiendes perfectamente lo fácil que es la transmisión de un virus a través de objetos. Automáticamente piensas en el LAVADO DE MANOS FRECUENTE como una imprescindible medida preventiva.
¿Y por qué estas similitudes?, ¿acaso el guionista de la película es un visionario profético? La realidad es que este guionista investigó durante meses la ciencia de las pandemias y contrató a varios epidemiólogos para desarrollar la trama y editar el guion. Es decir, que las pandemias responden a una serie de patrones que se repiten, y ese conocimiento permite adelantarse a los acontecimientos y tomar medidas preventivas. La pregunta no es si habrá otra pandemia, sino cuándo tendrá lugar la siguiente. En el mundo de las empresas tenemos la oportunidad de aprender de los accidentes ocurridos a través de su investigación, para conocer las causas y evitar que se repitan, llevando a cabo las debidas medidas preventivas: INVESTIGAR PARA APRENDER DE LOS ERRORES. Así que la pregunta será: ¿cuándo ocurrirá el próximo accidente?
Si la investigación de los accidentes laborales se ha convertido en algo burocrático que sólo busca cumplir con el requerimiento legal, deberíamos ir más allá y darle el valor que merece, planteándonos identificar y analizar posteriormente aquellas tareas donde hay más probabilidades de cometer un error. Esto nos lleva a anticiparnos no al accidente en sí, sino al error que puede provocarlo.
Sigamos con la película. Esta describe la propagación de un virus transmitido por personas infectadas al tocar superficies u objetos, dejando la puerta abierta a nuevos contagios. Todo ello paralelo a los esfuerzos de los funcionarios de salud pública para identificar y contener la enfermedad, la anarquía que se desarrolla durante la pandemia y la vacunación final para detener la propagación. Una buena parte de esto nos suena familiar.
LA TASA DE INFECCIÓN
El número de personas que es probable que una persona enferma infecte a otras se llama R0. En el caso de la gripe estacional, el R0 es de 1,3. El R0 del virus de la película era de 4 (obligando las autoridades a la cuarentena de la población), mientras que el R0 del Covid-19 ha ido cambiando de acuerdo con los estudios realizados. En enero investigadores chinos en Wuhan afirmaban que el R0 era de 2,2, y a primeros de abril que su R0 era de 5,7 según el Laboratorio Nacional de Los Álamos (Nuevo México). Esto quiere decir que cada infectado con Covid-19 transmite la infección a 5,7 personas adicionales.
POSIBLES CURAS DE LA ENFERMEDAD
En la película aparece un bloguero periodista crítico con el sistema, afirmando estar enfermo del virus y delante de su webcam bebe un producto homeopático asegurando que funciona, fomentando así la avalancha de personas en busca de ese producto y el saqueo de los comercios donde lo vendían. Después se demuestra que nunca tuvo el virus y se afirma que no estaba comprobada científicamente la eficacia de dicho producto.
En el caso del Covid-19 también han aparecido noticias de productos y medicamentos supuestamente curativos. Pero también es cierto que existen otros medicamentos eficaces, aunque de forma limitada. Sin conocer bien el problema, a veces nos lanzamos a buscar soluciones arriesgadas y esto pasa también en el día a día de la gestión de las empresas. No nos detenemos a analizar el problema, a hablar con los que mejor conocen el puesto de trabajo, no aprendemos de los errores,… En vez de estar pensando en soluciones un nutrido grupo de trabajadores junto el encargado y el técnico de prevención, en muchas ocasiones sólo piensan uno o dos, desperdiciando el conocimiento del resto. La participación de los trabajadores y la escucha activa por parte de los mandos intermedios aporta soluciones concretas a los problemas. Y esto sí que es eficaz.
Volviendo a la película, se remarca lo mismo que llevamos oyendo desde hace tiempo con el Covid-19, que el DISTANCIAMIENTO SOCIAL es la mejor medida preventiva.
LA ANSIADA VACUNA
Al más puro estilo de Hollywood, una científica investigadora descubre en poco más de un mes la vacuna al concluir que se trata de un virus de origen animal, con secuencias de cerdo y murciélago, y cultivarla para experimentar con monos. Ella acelera el proceso al inocularse a sí misma dicha vacuna experimental, teniendo listas las dosis definitivas en sólo 133 días después del primer contagio.
En nuestra realidad, los expertos afirman que de un año a año y medio es un período de tiempo optimista para tener lista una posible vacuna contra el Covid-19.
Y en el ámbito empresarial, ¿cuál es la vacuna para mejorar la gestión preventiva? En Fraternidad Muprespa lo tenemos claro, y su nombre es VISIÓN ZERO. Los principios activos de esta vacuna son siete: asumir el liderazgo preventivo; identificar los peligros; definir metas; garantizar un sistema de gestión preventiva; velar por la seguridad y la salud; mejorar la cualificación de todo el personal; e invertir en las personas.
ORIGEN DEL VIRUS
En la película el virus se originó en un murciélago que mordió un trozo de plátano poco antes de escapar de la destrucción de su hábitat de bosque de palmeras en China. Poco después ese murciélago entró en una granja porcina soltando allí el trozo de plátano mordido, y siendo comido por un pequeño cerdo. Ese cerdo es luego sacrificado y preparado por un chef que, sin lavárselas previamente, le da las manos a la ejecutiva estadounidense que fue la primera fallecida (paciente 0), transmitiéndole el virus.
En las empresas quizás el problema sea similar tras largos años de falta de participación, comunicación, implicación, compromiso… cuando hablamos de la prevención de riesgos laborales. En ocasiones hemos priorizado sobremanera la productividad y algunos trabajadores han interpretado que la prevención de riesgos laborales es algo secundario, sobre todo si el cumplimiento de las medidas preventivas implica una dedicación horaria. Hemos sacrificado la concienciación preventiva, la participación y la escucha activa, y ahora estamos “contagiados”.
Volviendo al contagio, esto refleja el hecho de que el 75% de las nuevas enfermedades en las personas provienen de animales, según investigaciones de Centros de Control de Enfermedades infecciosas. Esto incluye al VIH, Ébola, SARS y ahora, COVID-19.
Zoólogos, ecologistas y expertos en enfermedades afirman cuando los murciélagos están estresados (puede ocurrir por la destrucción de sus hábitats), su sistema inmunitario se debilita, lo que hace que sea más difícil hacer frente a los patógenos que generalmente podrían combatir. Esto permite un aumento de las infecciones.
Una teoría sobre el Covid-19 afirmaba que se originó en un mercado de animales salvajes en Wuhan (China). En estos mercados, los animales salvajes que también pueden estar infectados y estresados se mantienen unidos y se venden como alimento o mascotas, lo que puede generar una mezcla de virus y especies.
Una vez más se hace patente en el necesario lavado frecuente de manos (complementariamente el uso de guantes desechables), además de taparse la boca con la parte interior del codo al toser o estornudar, así como la utilización de mascarillas si no se puede mantener el distanciamiento social.
Con todo esto, mi conclusión es que las medidas preventivas que llevamos escuchando en múltiples ocasiones ya eran conocidas de antemano, pero es con esta pandemia global cuando todo el mundo debemos ser conscientes de que funcionan y de la rigurosidad con la que deberíamos respetarlas. Y como reto deberíamos aprovechar la sensibilidad que hemos adquirido la población después de oír hablar de E.P.I.s, higiene y medidas preventivas, para cambiar el enfoque preventivo en las empresas, PARTICIPANDO, CUMPLIENDO, ESCUCHANDO, COOPERANDO. En definitiva, mejorando la gestión preventiva por parte de todos.
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