Las imágenes perturbadoras en las etiquetas de advertencia de las cajetillas de tabaco tienen un efecto significativo sobre el cerebro de los fumadores, según un estudio reciente que afirma que las fotografías emotivas se recuerdan mejor y reducen el impulso de fumar.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para monitorizar el cerebro de 24 fumadores mientras observaban una secuencia aleatoria de distintas imágenes de cajetillas con advertencias de salud sobre el tabaquismo, previamente clasificadas como de rango alto o bajo según una escala de reacción emocional.
Las imágenes con un contenido más emocional mostraban aspectos como un pulmón enfermo, dientes corroídos, un cadáver y un hombre que exhalaba humo a través de un orificio en su garganta para respirar. Las imágenes menos emocionales se referían a objetos como una mascarilla de oxígeno o una lápida.
Las imágenes con un contenido más emocional desencadenaban una mayor activación en las partes del cerebro que registran emociones como el miedo y que se vinculan con la creación de recuerdos a largo plazo. Esas imágenes también ayudaron a reducir el impulso de fumar.
Según los autores, el estudio muestra que el impacto emocional de las etiquetas más gráficas ofrece un beneficio educativo que respalda la salud pública. Las imágenes de mayor crudeza reducen los deseos intensos, pero los mensajes de advertencia deben ser fáciles de recordar.