Una reflexión sobre cómo la pandemia ha cambiado la prevención… ¿o tal vez no?
Ahora que parece que por fin estamos saliendo del largo túnel en el que el COVID19 nos metió en marzo del año pasado es un buen momento para reflexionar sobre algunas predicciones que hemos escuchado a lo largo de todos estos meses.
“Esta pandemia nos hará más solidarios”… “el teletrabajo ha llegado para quedarse”… “el COVID cambiará para siempre nuestra forma de convivir y relacionarnos”… son algunas de las frases que seguramente todos hayamos oído desde que comenzó la pandemia. Algunas se han cumplido, otras no tanto y muchas aún están por ver.
Sin embargo, hay una afirmación muy escuchada en el ámbito de la prevención sobre la que no he podido dejar de pensar desde que la escuché (que por cierto fue al poco de comenzar la pandemia). Venía a decir algo así como que “esta pandemia serviría para que la PRL adquiriese la importancia dentro de las empresas que hasta entonces no tenía”.
Pasados los meses no he dejado de preguntarme si esto efectivamente ha sido así, es decir, si el COVID19 ha servido para marcar un antes y un después en la prevención en el ámbito empresarial. En pocas palabras la gran pregunta es: “Pasado un año de la pandemia, ¿la PRL ha adquirido ahora mayor relevancia que antes?”.
Y como no llegaba a ninguna conclusión clara ni determinante decidí compartir esta pregunta entre los compañeros, colegas y profesionales de la prevención, lanzando esta misma pregunta a través de una encuesta en mi perfil de Linkedin, dando dos posibles opciones de respuesta:
- Sí, sin ninguna duda.
- No, sigue igual que antes.
En principio no fue más que una reflexión en voz alta pero la magia (y el altavoz) de las redes sociales hizo el resto. En los sucesivos días, la encuesta empezó a acumular los votos de multitud de contactos de Linkedin y, sobre todo, de profesionales del ámbito de la prevención, lo cual nos da una idea de que la pregunta por sí sola suscita bastante interés entre los prevencionistas.
¿Eran esperables estos resultados? Sinceramente, existe tanta incertidumbre en torno a la pregunta que casi ningún resultado me hubiese sorprendido lo suficiente.
¿Significa que hay un 37% de ilusos que piensan que la PRL ha adquirido mayor importancia a raíz de la pandemia y un 63% de pesimistas/catastrofistas que piensan que nada ha cambiado? Realmente no creo que ni una cosa ni la otra. Simplemente creo que es una cuestión de percepción y generación de expectativas.
Desafortunadamente quizás estemos tan acostumbrados a que la prevención sea, en la mayoría de casos, tan poco prioritaria que a poco que percibamos que haya tenido un ápice más de protagonismo ya sea motivo suficiente para pensar que la pandemia ha supuesto un antes y un después para la prevención.
Por otro lado, quizás el hecho de que se generasen expectativas demasiado altas en torno a la nueva dimensión que la PRL iba a adquirir con la pandemia haya fomentado, una vez más, un sentimiento de frustración al ver que la pandemia no ha generado el cambio suficiente al que se aspiraba.
¿Hemos dejado escapar una oportunidad?
En cualquier caso de lo que no hay duda es que nuestras asignaturas pendientes siguen siendo la forma en cómo comunicamos en prevención y la visibilidad que nuestra profesión debe tener en la sociedad.
¿Quién mejor que los prevencionistas para hablar sobre EPIs si llevan años formando parte de nuestro día a día profesional? ¿Quién mejor que nosotros para hablar sobre riesgo biológico si, en determinados sectores, muchos utilizamos un Real Decreto específico sobre ello? ¿Quién mejor que nosotros para hablar sobre los riesgos asociados al teletrabajo? Bajo mi opinión, durante la pandemia otros profesionales han ocupado el lugar que nos correspondía en los medios de comunicación y hemos dejado escapar una oportunidad de oro para dar visibilidad a nuestra profesión.
“Nunca sabemos de lo que somos capaces hasta que se intenta” (Charles Dickens)
No cabe duda de la importancia que nuestro sector tiene tanto dentro del ámbito laboral/empresarial como entre nuestra sociedad. Tampoco hay dudas de que, afortunadamente, en nuestro país contamos con excelentes profesionales de la prevención que con su conocimiento, experiencia y trabajo diario se esfuerzan por conseguir entornos de trabajo sanos, seguros y saludables.
Es hora por lo tanto de trabajar en liberar a la prevención de ciertas etiquetas que le han sido colocadas como que es aburrida, burocrática, poco accesible y poco entendible, entre otras. Es cierto que en este sentido no haya ayudado, por ejemplo, esas evaluaciones de riesgos excesivamente grandes, demasiado genéricas, en las cuales la empresa no sabe ni por dónde empezar. O esas formaciones ‘estándar’ que suelen pecar de ser demasiado teóricas y que no le aportan valor añadido al trabajador.
Por todo ello, hace ya varios años que desde el Departamento de Prevención y Desarrollo de la Cultura de la Salud de Fraternidad-Muprespa, advertimos de la necesidad de dar un giro en la forma de difundir la prevención de riesgos laborales, con el objetivo de hacerla más accesible, más cercana y más entendible hacia las empresas y también entre la sociedad.
Desde entonces hemos puesto en marcha una serie de innovadoras acciones encaminadas a ese objetivo entre las que caben destacar nuestra Semana de la Prevención, la Semana de la Seguridad Vial Laboral, los Premios Escolástico Zaldívar o Fratertalks.
Todos sabemos que nuestra profesión tiene una serie de puntos débiles y que sin duda tenemos que afanarnos en mejorar. Sin embargo también disponemos de fortalezas que han quedado demostradas durante la pandemia. Claro ejemplo de ello es el esfuerzo que los servicios de prevención han realizado para adaptarse al cambio ante una situación nunca antes vivida, momentos con muchas incertidumbres y pocas certezas pero siempre con una premisa por encima de todo: garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Continuemos trabajando y mejorando para lograr que la respuesta mayoritaria sea “SÍ” en caso de que en el futuro nos volviéramos a preguntar si la PRL tiene más importancia ahora que antes.