Con la llegada del buen tiempo y las vacaciones de verano, las quemaduras de primer grado a causa de una exposición prolongada al sol comienzan aflorar.
Pero, ¿realmente somos conscientes del daño que generamos a nuestra piel?, cada vez que quemamos nuestra piel en busca del “moreno perfecto” la deterioramos.
Dicho deterioro fomenta la posibilidad de padecer cáncer de piel. Por lo tanto, es sumamente importante que ante cualquier signo de alarma que nuestra piel nos muestre acudamos a nuestro médico.
En consonancia con lo mencionado con anterioridad se aporta una infografía que nos ayudará a diferenciar e identificar los distintos grados de quemadura que se pueden dar.
¡Recuerda! Del sol, protégete todo el año.