La NTP-863 del INSHT pretende, sin que por ello exista intención de ser ni exhaustiva ni definitiva, indicar y ordenar los contenidos mínimos de un informe de evaluación de riesgos por exposición a agentes contaminantes propios del ámbito de la Higiene Industrial, de forma que éste pueda resultar comprensible para cualquier persona con acceso al mismo. Aquí os dejamos un breve resumen de dicha NTP.
ESTRUCTURA DEL INFORME HIGIÉNICO
El informe higiénico normalmente es producto de un requerimiento realizado por niveles superiores de la empresa u organismos externos a la misma. Por tanto, será utilizado, analizado y discutido por más de un lector. En consecuencia, deberá facilitar la comprensión de una situación compleja por parte de los usuarios que, a la luz del contenido del informe, deberán tomar decisiones sobre el problema analizado que, a su vez, tendrán un impacto en las organizaciones donde se produzcan, pudiendo afectar a los planes de inversión, a la utilización de los recursos disponibles y a las personas que integran la organización.
Características del informe higiénico
El informe higiénico debe ser completo, pero breve, es decir, en él se debe exponer todo lo que realmente interesa y obviar lo que carece de interés respecto al objetivo del informe. Debe ser claro y estar redactado de forma precisa alejada tanto de complejidades científicas, cuando éstas no sean necesarias, como de interpretaciones ambiguas.
Las primeras, en ocasiones, no son información esencial, no son comprensibles para todos los posibles lectores del informe, lo alargan innecesariamente y pueden camuflar los resultados realmente importantes. En cuanto a la segunda observación, es preciso cuidar la redacción de forma que se incluya la información necesaria para la unívoca comprensión de lo que se pretende explicar. Es frecuente que al redactar algo, lo escrito solo exprese parte del pensamiento elaborado por el redactor (parte de la información se da por sabida), lo que podría conducir a una incorrecta interpretación por parte del lector.
Apartados del informe higiénico
De las directrices y normas relativas a la organización de la información científica y técnica se desprende la estructura que, con las lógicas variaciones, deberá tener el informe higiénico. Dicha estructura está formada por tres partes que son las siguientes:
La parte inicial, destinada a la información sobre la autoría, contiene los datos (entidad emisora, nombre del autor/a del informe, fecha, registro, etc.), que permiten la trazabilidad del informe. En la parte inicial, uno de los puntos destacables es el título del informe que deberá ser descriptivo del contenido del mismo, teniendo en cuenta que no debe ser ni demasiado largo ni tan corto que por su parquedad dificulte la comprensión del mismo ser descriptivo del contenido del mismo, teniendo en cuenta que no debe ser ni demasiado largo ni tan corto que por su parquedad dificulte la comprensión del mismo.
En esta parte inicial se debe incluir un apartado a modo de introducción donde figuren: los objetivos del informe, las causas que motivan el informe, la identificación del redactor, de las fechas concretas de visita de las instalaciones, los antecedentes del informe, etc.
La parte central o cuerpo del informe donde se incluye la información esencial para la comprensión del mismo. En términos generales, se pueden distinguir cinco apartados: «datos operativos» donde se resume la base informativa de la evaluación; «posibles riesgos higiénicos» donde se destacan los posibles riesgos higiénicos detectados y las operaciones de trabajo a las que se asocian; «valoración» que resume el método de valoración del riesgo y los resultados obtenidos; «conclusiones » de la valoración donde se establece el nivel del riesgo y «recomendaciones» donde se recogen las medidas preventivas concretas y lo más específicas posible para el control del riesgo.
La parte final donde se recoge la información (Anexos informativos) que amplía o complementa la información contenida en el cuerpo del informe, como por ejemplo fotografías, planos, etc.