La rápida difusión de las TIC e internet han transformado el modo en el que las empresas organizan la producción y han modificado también las condiciones de ejecución y la organización del trabajo. Las TIC y la globalización han contribuido al desarrollo de una economía global en “modo on permanente” y eso requiere de una organización del trabajo flexible, fácilmente modificable, flexibilidad en los horarios y una disponibilidad casi continua. Estos cambios sin duda han hecho que se aumente la presión sobre el equilibrio entre la vida laboral, familiar y personal.
Este artículo de opinión surge de la intervención con la que tuve el privilegio de participar en las Jornadas de PRL organizadas por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo en colaboración con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo que se celebraron el 17 de diciembre de 2021 sobre Teletrabajo y Digitalización, y pretende ser una reflexión sobre varias ideas:
- La Evolución y Revolución del Teletrabajo
- El sesgo de género en el Teletrabajo
- Las barreras que aún tenemos que derribar con el Teletrabajo
- Donde está el foco, cuando hablamos de tecnología y personas
No es objeto de este artículo analizar de nuevo las ventajas del teletrabajo, ventajas que son Win To Win, es decir, para las organizaciones y los empleados:
- Mayor eficiencia, productividad así como competitividad
- Mayor flexibilidad
- Favorece la conciliación de la vida profesional, personal y familiar (pero no nos equivoquemos, favorecer no significa que esta modalidad sea la solución a la conciliación)
- Contribución al desarrollo sostenible…
Sin embargo, pese a las ventajas y bondades que ofrece esta modalidad de trabajo, no ha sido una fórmula preferente ni se ha apostado firmemente por ella desde las organizaciones, pese al incremento masivo y continuado de la incorporación de las TICs a los procesos y modelos de negocio.
Fuente INE WWW.epdata.es Datos actualizados a 9/12/2021
En la gráfica pueden ver la evolución del Teletrabajo desde el 2006 hasta el 2019. Como vemos no ha habido una apuesta firme por esta modalidad, y su crecimiento ha sido muy moderado durante el periodo de referencia.
Alrededor de un 8,3% de los ocupados en España realizan teletrabajo, ya sea de forma ocasional o más de la mitad de los días que trabajó en 2019, según los datos aportados por el INE. Esta cifra contrasta con la de 2006, cuando era el 5,2% de los trabajadores los que realizan teletrabajo.
Estos datos … A.C. … es decir, antes de la Covid-19.
Y Durante la Covid-19…
El porcentaje de ocupados que teletrabajaron subió en el primer trimestre del año hasta el 11,2% después de que en la segunda mitad de 2020 esta cifra bajó hasta el entorno del 10%, según el informe ‘Teletrabajo y trabajo en movilidad en España y la UE’ publicado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), adscrito a Red.es, entidad dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital.
A partir del segundo trimestre de 2020 y como consecuencia de las medidas de prevención y contención que pusieron en marcha los Estados miembros para hacer frente a la crisis sanitaria, el teletrabajo recibió un importante impulso.
Así, en el segundo trimestre de 2020 el porcentaje de europeos que trabajaron desde el domicilio particular subió en todos los países de la UE, incluida obviamente España.
Pero sigamos viendo los datos y comparemos…2020 con 2021. En el tercer trimestre del 2021, el porcentaje de ocupados que trabajaban desde su propio domicilio más de la mitad de los días era del 8 %, frente al 9,4 % del segundo trimestre de 2021 y del 11,2 % del primero. En perspectiva, la cifra actual es la más baja desde que se inició el confinamiento, que llegó a estar en el 16,2 % en el segundo trimestre de 2020. A pesar del descenso, hoy el teletrabajo sigue siendo casi el doble del registrado antes de la pandemia, que era del 4,8 % en diciembre de 2019.
Fuente: Informe Flash Datos Teletrabajo 3er trimestre 2021. Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI)
Las medidas de control de propagación y transmisión, la vacunación, etc. han hecho que se hayan reducido los niveles de teletrabajo que se vieron en el 2020 tanto para aquellos que teletrabajan de forma habitual como aquellos que lo hacen ocasionalmente. En el tercer trimestre del 2021 se ha situado en 8 y 4,7% respectivamente, situándose prácticamente a niveles de prepandemia.
La tendencia moderada del teletrabajo, con ocasión del Covid-19 tomó un impulso muy potente… pero… volvió a sufrir un freno importante que puede obedecer a aspectos normativos, a aspectos económicos (era eso o paralizar la actividad o continuidad del negocio..)
La realidad es que los niveles de teletrabajo decrecen y empezamos a ver la verdadera opinión, lo que piensan del teletrabajo incluso grandes compañías tecnológicas.
En contraposición a los titulares de “El Teletrabajo ha venido para quedarse” vemos ahora titulares de otro tipo “Los empleados han sido los llamados por sus jefes” o “Si pueden ir a un restaurante en Nueva York pueden ir a la oficina” mensaje del jefe del Banco Morgan Stanley sobre el trabajo remoto (BBC News). O este otro titular del Portal web Xataca “De abrazar el teletrabajo a recurrir a regañadientes a él: lo que lo que las grandes tecnológicas piensan de verdad del trabajo en remoto”.
“Las grandes tecnológicas abrazaron el teletrabajo con aparente simpatía. En sus comunicados corporativos y notas de prensa venían a decir que era el modelo de trabajo del futuro, su evolución natural gracias a las profesiones digitales y todo el software y el hardware que ellos habían desarrollado… “ (Caso de Apple o Google). De hecho, ejemplo, a principios de junio de 2021, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, envió un memorando a todos sus empleados que decía que debían volver a la oficina en septiembre, lo que ha supuesto un conflicto en la compañía.
¿A qué se debe este retroceso del Teletrabajo? Y aquí algunas preguntas:
- ¿Es una cuestión de madurez de la organización y sus colaboradores? Están preparadas las organizaciones para una implantación masiva de esta forma de trabajo?
- ¿Es una cuestión de cultura de la organización? La “excusa” de la pérdida de cultura corporativa, de pérdida de puntos encuentro para desarrollo de innovación, creatividad, trabajos colaborativos, etc.
- ¿Es una cuestión de falta de planificación y preparación? Planificación deficiente sobre este modelo de trabajo, falta de preparación sobre los recursos empleados para el desarrollo y mantenimiento de esa cultura corporativa, innovación, etc.
- ¿Es Una cuestión de recursos económicos? Dotación de recursos y medios apropiados para el trabajo en remoto, regulación normativa…
- ¿Es una cuestión de caracterización de las empresas (Pymes fundamentalmente)? Una cosa son las grandes compañías… pero ¿y las pymes?, que caracterizan el tejido empresarial de España
Y son estas preguntas las que nos llevan a visibilizar algunas de las que en mi opinión son las principales barreras que está teniendo esta modalidad de trabajo.
- La Cultura del presentismo, muy arraigada aún en nuestro país.
- Falta de un Sistema de Gestión, Dirección y Evaluación de Despempeño por objetivos. Esa cultura ha hecho que se mida más por la presencia, por el cumplimiento de horarios, más que por los resultados o cumplimiento de objetivos. Eso denota que existe escasa o nula cultura del trabajo por objetivos y no existe en la mayoría de las ocasiones un sistema claro, definido y transparente sobre evaluar el desempeño por objetivos y voy más allá, que no se sepa dirigir por objetivos.
- La cultura de confianza y transparencia. ¿Se ha perdido la confianza en el teletrabajo o es que no existe una verdadera cultura de confianza en las organizaciones? Como diría un famoso personaje de ficción… Difícil la respuesta es.
- La sensación de pérdida de control y del status. Los líderes, responsables, mandos, etc. muchos han experimentado una pérdida de control en comparación con los tiempos previos a la pandemia. Y ahora quieren recuperarlo. ¿Han perdido la oportunidad de parecer importantes? ¿Tienen miedo? ¿Se muestra la falta de habilidades y capacidades de liderazgo y gestión?
- Las nuevas habilidades para gestión de equipos en remoto. Gestionar un equipo en remoto es complejo y requiere también de trabajar y desarrollar habilidades (técnicas, emocionales y digitales) y que tienen un alto grado de exigencia, para garantizar el éxito de este modelo de trabajo.
- Desarrollo de Carrera (no previsto en esta modalidad) Existe la idea o la creencia de que el teletrabajador está desvinculado de la empresa, son más fáciles de reemplazar o que “Ojos que no ven, corazón que no siente…” donde se perciben limitadas posibilidades de promoción y desarrollo.
- Inexistencia de un método de organización del trabajo adecuado a esta modalidad.
- Falta de competencias digitales. No todas las personas tienen las mismas competencias digitales (tenemos colaboradores nativos digitales, adoptados digitales… diversidad generacional, cultural…). Las herramientas son complejas y con frecuencia la formación que se realiza para su aprendizaje por los colaboradores es escasa, sin un proceso de implantación adecuado…
- El marco regulatorio; ¿Ha ayudado o ha supuesto una barrera más?
- La Ciberseguridad. Aún muchas organizaciones están en proceso de transformación digital y nuestros sistemas tienen también dificultades para garantizar la seguridad de la información y este aspecto es de especial sensibilidad en las organizaciones (Know how, propiedad intelectual, procesos, etc.).
Estas son algunas de las barreras en las que debemos trabajar para hacer del Teletrabajo una modalidad de trabajo con impacto positivo en la organización, en sus colaboradores y en la seguridad, salud y bienestar de las personas.
Muchas organizaciones están consensuando un futuro “híbrido” que combine horas en el espacio físico de trabajo (oficinas) y trabajo en remoto. En cualquier caso, cada organización deberá realizar su propio plan de teletrabajo si busca un impacto positivo, un plan concebido desde el análisis o planteamiento cultural de su organización, pasando por la preparación de la organización, la elección de las herramientas y tecnología adecuada, la formación sobre ésta (funcionalidades, canales, etc.), la estrategia de comunicación… etc.
Muchas organizaciones pasaron a esta modalidad sin ese plan, obligadas por la situación sanitaria, como forma de continuidad de la actividad… y pese a haberse demostrado que se podía teletrabajar de forma eficaz y productiva…no se ha producido el cambio cultural necesario para confiar en esta modalidad y las experiencias han sido muy diversas.
Y dejando a un lado la evolución del Teletrabajo y las barreras que aún hay que tratar de derribar para apostar definitivamente por esta modalidad en un mundo laboral líquido existe una cuestión también a valorar desde un punto de vista de seguridad y salud laboral y es la perspectiva de género. Porque… el Teletrabajo tiene nombre de mujer.
El teletrabajo ha acumulado un claro sesgo de género debido a la segregación horizontal del mercado de trabajo; las mujeres se concentran en ciertos sectores de actividad y en ciertas ocupaciones (servicios, personal técnico y profesional de ciencia e intelectual, puestos administrativos, personal técnico y de apoyo, personal de oficina… puestos en los que se puede teletrabajar).
Los datos dicen que que ha sido más utilizado por mujeres, 2 puntos porcentuales por encima de los hombres; se ha asignado en mayor medida a mujeres en una época en la que había una necesidad intensa de conciliar (colegios cerrados, clases confinadas…) y porque es más frecuente que se responsabilicen del cuidado de hijos y de personas dependientes…
Esta cuestión vuelve a generar más preguntas;
- ¿Se han acentuado las desigualdades?
- ¿Nos seguirá separando de los planes de desarrollo y promoción profesional? ¿Contribuirá más aún a la segregación horizontal del mercado de trabajo?
- ¿Será una opción elegida voluntaria y conscientemente?
- ¿Perpetuará el rol tradicional de género de la mujer sobre el cuidado de familia?
Todos los estudios realizados en torno al teletrabajo y el género han puesto de manifiesto que las mujeres con hijos a su cuidado que teletrabajan son las que soportan la mayor parte del estrés generado por la situación. Ya sea solas o acompañadas, para las mujeres, por regla general, teletrabajar ha supuesto si cabe, asumir mayor carga de trabajo doméstico y de cuidados. Y de nuevo nos lleva a la casilla de salida… y es que seguimos suspendiendo en Corresponsabilidad.
Y lo que es más relevante…Nos tiene que hacer pensar y actuar con perspectiva de género también en Seguridad y Salud Laboral; desde el análisis y evaluación de los riesgos, pasando por el diseño de las medidas de prevención e intervención, formación, etc.
Para terminar este artículo, me gustaría destacar una última idea sobre la que reflexionar. La R(e)volución del teletrabajo. Porque todo ha cambiado. Y todo va a cambiar. Esa será la constante en la ecuación.
La tecnología no es buena ni mala, es neutra. Es el uso que hacemos de ella lo que hace que tenga un impacto positivo o negativo. Es cierto que la digitalización, los nuevos modelos de negocio, de organización del trabajo, de relaciones, de ocio… suponen un desafío lleno de oportunidades pero no exento de riesgos. Y son una realidad del hoy.
Hace unos días Bill Gates (Cofundador de Microsoft) publicaba en su blog personal un artículo donde hacía algunas predicciones sobre el futuro del trabajo y cómo podría cambiar con la aparición de Metaverso (Facebook ha cambiado su nombre a Meta)
Metaverso es un mundo virtual, uno al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos que nos harán pensar que realmente estamos dentro de él, interactuando con todos sus elementos. Un mundo totalmente nuevo al que nos conectaremos desde a través de diferentes dispositivos y medios; gafas de realidad virtual, sensórica… y otros complementos que nos permitirán interactuar con él.
Aún es un lienzo en blanco, pero Gates afirma que la pandemia de covid-19 ya ha “revolucionado” el lugar de trabajo y que en los próximos dos o tres años, la mayoría de las reuniones virtuales pasarán de las cuadrículas de imágenes de cámaras 2D… al Metaverso, un espacio 3D con avatares digitales.
De hecho Microsoft ya ha presentado Mesh, una apuesta de realidad virtual pensada para usarse en Teams, una de las principales herramientas colaborativas desarrolladas por la compañía y que durante la pandemia se ha usado de forma intensiva y masiva por las organizaciones. ¿Os imagináis hacer una reunión en un espacio virtual con avatares de nosotros mismos?
Gates refería 2 o 3 años… y he hecho referencia a grandes compañías de base tecnológica (Facebook, Microsoft u otras como Sony con Epic Games…), pero el futuro es hoy.
Ya tuvimos en octubre una experiencia con avatares digitales en el III Congreso Prevencionar .
Pero para mostrar que es una realidad también en pequeñas y medianas empresas os voy a enseñar un ejemplo. YouMedia es una agencia de diseño y comunicación líquida, una agencia de comunicación que diseña marcas con alma. Su Director Creativo, Ecequiel Barricart es una inspiración en comunicación, pensamiento…conferenciante, escritor.. En su último libro “El Ser Digital” Ecequiel Barricart analiza cómo afrontar la nueva digitalización en la empresa y en la marca personal.
Ellos ya están en el futuro…Y nos dan la bienvenidos al otro lado. Han creado METAPLACE, su lugar en el Metaverso o realidad virtual; un espacio para conceptualizar, para desarollar trabajo colaborativo con clientes y amigos, para asistir a conferencias en un contexto de realidad inmersiva.
Como refiere Ecequiel Barricart, la digitalización afecta a todas las empresas, grandes y pequeñas y es una herramienta al servicio de las personas.
Esos probablemente sean nuestros próximos lugares de trabajo… Los Workplace
Para terminar, y muy en línea con la reflexión profunda que Ecequiel Barricart trata en su último libro sobre la necesidad de situar al ser humano en el centro de la tecnología para progresar como sociedad me gustaría incidir en la idea de que la tecnología, es el cómo. Pero las personas son el porqué y para qué.
Debemos situar a las personas en el centro de la tecnología, en el centro de los sistemas, en el centro de las organizaciones. Sin duda ello será un gran impulso para la Seguridad, salud y bienestar de las personas.
¿Crees que las reuniones en espacios virtuales con nuestros avatares digitales serán una realidad? ¿Aún lo ves a largo plazo? ¿Apuntarías alguna barrera más sobre el Teletrabajo? ¿Cómo está siendo tu experiencia con esta modalidad?
Os animo a completar este artículo de opinión con vuestros comentarios y a compartir si os ha parecido interesante.
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