- Un líder tóxico tiene un coste (mental) para el trabajador y, por tanto, también (económico) para la empresa
- Álex Rovira, escritor, conferenciante, pedagogo y referente en el ámbito de la Transformación Humana a nivel internacional nos habla sobre el nuevo liderazgo integral.
- Un líder está invitado a ser gestor de cambio dentro y fuera de la organización, a inspirar a las personas de sus entornos.
Mucho se ha idealizado la tiranía (o toxicidad) en los puestos de trabajo de responsabilidad. Diablos vestidos de Prada a los que se les consiente cualquier tipo de crueldad intolerable con tal de alcanzar el tan ansiado triunfo profesional para el empleado y el necesario cumplimiento de resultados para los negocios. Y aunque verlo en forma de comedia romántica en la gran pantalla puede ser incluso entretenido, en la vida real este tipo de comportamientos irrespetuosos desarrollados de manera jerárquica tienen un coste muy alto tanto para los trabajadorescomo para las empresas. Como explica Álex Rovira, escritor y conferenciante experto en autoconocimiento y fundador de la Escuela Humanista: “Erróneamente se asocia la imagen del líder a una posición dominante, a una persona que tiene la capacidad de ordenar, mandar e incluso, abusar de su poder y desprestigiar a los demás”.
Según datos del informe “2022 Global Health Care Outlook: Are we finally seeing the long-promised transformation?” de Deloitte, se estima que las consecuencias económicas secundarias de la mala salud mental cuestan a los empleadores 2.000 dólares por empleado al año. Un panorama que, lejos de mejorar, no deja de empeorar, por más que los esfuerzos corporativos en este sentido hayan aumentado bastante. Ya que, si atendemos a las cifras arrojadas por el capítulo dedicado a la Salud mental y bienestar de este estudio: “entre 2011 y 2030, la pérdida de producción económica acumulada asociada a los problemas de salud mental se estima que será de 16,3 billones de dólares en todo el mundo”.
Por todo ello es importante saber detectar el problema a tiempo para ponerle solución, ya que las últimas investigaciones no paran de demostrar que un ambiente saludable en el trabajo depende –y mucho– de la relación entre los compañeros, pero también con los jefes. Generar bienestar y salud organizacional ha de ser una prioridad para las personas encargadas de liderar equipos y para lograrlo es necesario abandonar el llamado liderazgo tóxico y adoptar uno basado en la humildad, el altruismo y la gentileza.
EL LÍDER INTEGRAL
“¿Cuál es el tipo de liderazgo que el mundo necesita?”, se pregunta Álex Rovira. Y es en su Escuela Humanista, donde enseña cómo debe ser los líderes de hoy y del futuro. En este nuevo milenio la tendencia se dirige hacia un nuevo concepto de liderazgo, el líder integral. Uno cuyo liderazgo esté basado en los valores que ponen en el centro a las personas y su bienestar: “Un Buen o Buena Líder es esa persona que todos quieren tener cerca. Y no solo es una persona de altísimo valor por sus capacidades o conocimientos, sino que es la guía y una verdadera inspiración para impulsar el talento de los demás en beneficio del bien común de una empresa, negocio, familia, amigos, etc”.
De acuerdo con Rovira los directivos de todos los niveles no pueden limitarse a reaccionar ante la transformación, tienen que liderar el cambio y ser agentes directos en el proceso de reinvención, la verdadera fuerza reside en no necesitar aprovechar la ira, el descontento, subirse a la ola de la frustración y el miedo para conseguir el consenso, el poder y el control, sino en tomar decisiones, con firmeza y responsabilidad, pero sintiendo y actuando a través del corazón. Un jefe amable “prefiere la amabilidad a la autoridad, la humildad a la humillación y pone los números al servicio de los valores y no al revés. Hace que la otra persona y su bienestar sean prioritarias”. En conclusión el verdadero líder no tiene nada que ver con mandar, abusar, maltratar o desprestigiar a los demás, realmente, se basa en sacar lo mejor de ti mismo y de los demás… y eso te convierte en una persona extraordinaria y muy valiosa a nivel profesional y personal.
Pero ¿cómo serlo sin olvidar que debemos inspirar, mantener nuestra marca personal de liderazgo y cumplir los objetivos corporativos a corto y largo plazo?COMUNICACIÓN
Según indica Álex Rovira, el liderazgo integral trabaja por tener una cultura real, que sea transmitida de manera horizontal; es de esta forma como aseguramos un ambiente dentro y fuera de la organización que promueva la confianza, el sentido de pertenencia, la fidelidad y sobre todo la claridad -hacia dónde vamos, cuál es nuestra misión, qué esperamos de nuestros equipos, qué nos preocupa, qué nos motiva-, en definitiva, “ser el timón del barco de un equipo de seres humanos al que inspiremos con transparencia, conocimiento y empatía, sin olvidar la brújula que lo dirige a ese propósito mayor”, indica el experto.FORMAS DE CONECTAR
Los líderes que logran conectar a sus colaboradores emocionalmente con su trabajo, suelen tener equipos que responden de una manera más positiva a los retos y éxito del negocio. Según explica Rovira hay tres estrategias claves para conectar de for5ma efectiva con nuestros colaboradores:
- Ser guía y orientador
No se trata de ser un líder que informa de las decisiones, sino que despierta habilidades nuevas en su equipo para aportar a los objetivos de negocio y el crecimiento de la organización desde un trabajo integral; la clave está en empoderar.
- Escuchar y valorar
“Comprender dónde está el equipo, cuáles son sus fortalezas, sus oportunidades de mejora, en qué momento laboral, personal y emocional se encuentran; nos ayuda, como líderes, a entender y atender las necesidades de todos. Escuchar siempre será el activo de comunicación más sólido para generar confianza, participación e inclusión”, explica Álex Rovira.
- Generar autoconfianza e inspirar
Cuando atravesamos situaciones a las que no estamos preparados, es donde ponemos a prueba el poder de resiliencia y seguridad de los equipos y de los líderes. El papel de un líder es inspirar e imprimir día a día, en cada una de las personas de su equipo, la convicción, la firmeza y la autoconfianza para actuar como unidad y no perder el norte la misión que los identifica como compañía.
Como líderes afrontamos día a día grandes retos que nos invitan a reinventarnos, y aunque no existe un estilo único para hacerlo, la comunicación, la transparencia y la empatía, siempre serán recursos valiosos para ir un paso adelante del cambio y ser la brújula que dirige el timón del barco: el equipo.
Sobre Álex Rovira
Es fundador de la Escuela Humanista, además de escritor, conferenciante, pedagogo y referente en el ámbito de la Transformación Humana y Liderazgo Integral a nivel internacional. Toda su trayectoria viene marcada por la importancia que para él tiene el entender a las personas y las dinámicas del comportamiento humano que tanto influyen en la felicidad de cada uno. Para él, la asignatura más importante para el ser humano es aprender a relacionarse con los demás y consigo mismo… el problema es que no es algo que se enseñe de manera directa, clara y desde una perspectiva humanista en ningún sitio (hasta ahora).
Por eso, después de más de 35 años de experiencia como acompañante, conferenciante y escritor… Álex Rovira da un paso más en su propósito vital y crea la primera Escuela Humanista con la que compartir todo su conocimiento y guiar a las personas que quieren crecer para llevar una vida plena, feliz y con sentido (a nivel personal y profesional).
En su faceta de escritor, Álex Rovira ha alcanzado el éxito internacional, siendo traducido a más de 30 idiomas. De entre su obra habría que destacar títulos como El laberinto de la felicidad, La buena crisis, El bosque de la sabiduría o La vida que mereces. Como conferenciante ha impartido seminarios en casi todo el mundo y está considerado como un excepcional ponente para grandes empresas y ONGs. También es un colaborador habitual de medios como El País o Cadena Ser.