En las zonas rurales donde el ganado pastaba era de donde se obtenían también materias primas de origen animal.
Se denominaba “lecheros” (hombres y mujeres por igual) a quienes desempeñaban uno de los oficios más antiguos del campo, que consistía en ordeñar la leche de vacas, cabras u ovejas y recogerla en grandes recipientes; aunque también la distribuían y vendían a particulares o a negocios.