La Universidad de Cambridge y el think tank Autonomy, junto con académicos del Boston College de Estados Unidos, llevaron a cabo la mayor prueba mundial de una semana laboral de cuatro días en colaboración con 4 Day Week Global y la Campaña 4 Day Week del Reino Unido. El estudio involucró a 61 empresas del Reino Unido, que se comprometieron a reducir las horas de trabajo de su personal en un 20% (aproximadamente 2,900 personas) durante seis meses a partir de junio de 2022, sin reducir los salarios y manteniendo los objetivos de productividad a tiempo completo. Según un informe de la Universidad de Cambridge, el ensayo demostró una reducción significativa en los niveles de estrés y las bajas por enfermedad, con un 71% de los empleados informando de menos “agotamiento” y un 39% de reducción en los niveles de estrés en comparación con el inicio del ensayo.
El informe liderado por el sociólogo de Cambridge, Brendan Burchell, muestra que las empresas participantes en la prueba de una semana laboral de cuatro días registraron un incremento medio del 1,4% en sus ingresos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este resultado superó las expectativas iniciales, lo que según Burchell demuestra que la reducción del tiempo de trabajo no afectó negativamente a la productividad.
Los empleados, por su parte, se mostraron interesados en mejorar su eficiencia y, por lo tanto, se centraron en minimizar las reuniones largas y buscaron activamente tecnologías que mejoraran su productividad. Además, el informe muestra que las bajas por enfermedad disminuyeron un 65% en comparación con el año anterior y un 57% menos de empleados abandonaron la empresa. La ansiedad y fatiga declaradas también disminuyeron en todos los sectores, mientras que la salud mental y física mejoró.
En cuanto a las motivaciones de los directivos para adoptar una semana de cuatro días, algunos vieron esta medida como una respuesta racional a la pandemia que les permitiría atraer talentos en el mercado laboral post-Covid. Otros consideraron que una semana de trabajo reducida podría ser una alternativa atractiva al teletrabajo ilimitado, que en su opinión ponía en riesgo la cultura de la empresa. Además, algunos experimentaron problemas de salud y duelos durante la pandemia, y sintieron una mayor “responsabilidad moral”.
Las empresas participantes implementaron medidas para mejorar la eficiencia, como reuniones más cortas con órdenes del día más claros, “periodos de concentración” sin interrupciones, etiqueta del correo electrónico reformada para reducir las largas cadenas y la rotación de la bandeja de entrada, y mejoras en los procesos de producción, con listas de tareas para un traspaso eficaz.
Los empleados también valoraron positivamente la reducción del estrés y la mejora en su capacidad para desconectar en casa. Además, el tiempo libre adicional les permitió realizar tareas como hacer la compra o las tareas domésticas, lo que les permitió tener más tiempo para actividades de ocio los sábados y domingos.
En general, los empleados se sintieron más valorados por su empresa y describieron un sentido de propósito compartido por los esfuerzos para que la semana de cuatro días fuera un éxito. Sin embargo, algunos expresaron su inquietud por la intensificación de la carga de trabajo o la reducción de la convivencia debido al “tiempo de concentración”. A pesar de esto, muchos directivos afirmaron que no podían imaginarse volver a una semana de cinco días y el 92% de las empresas planean seguir con la semana laboral de cuatro días.