Las actividades dirigidas a la extinción de incendios forestales son realizadas en entornos exteriores naturales, y de forma muy habitual en zonas montañosas, por lo que gran parte de los riesgos laborales que tienen asociados (además de los propios de la actividad) tienen mucha relación con la orografía del lugar (terrenos abruptos, resbaladizos, de maleza abundante), las condiciones meteorológicas (calor, frío, lluvias, tormentas eléctricas, etc.) y el contacto con animales. Estas peculiares condiciones de trabajo, unidas al uso de máquinas y herramientas específicas para la ejecución de los distintos trabajos asociados a las tareas propias de la extinción de incendios forestales (eliminación de matorral, tala de árboles, tronzado, desramado, recogida y transporte de troncos, tendido de cercas, extinción de incendios, etc.) conllevan la existencia de graves e importantes riesgos para la salud como son, entre otros: aplastamientos, golpes, cortes, daños a la salud derivados de la exposición a agentes biológicos, problemas relacionados con la exposición al ruido o vibraciones, y sobre todo, quemaduras y golpes de calor.
Los equipos de protección individual diseñados para proteger el cráneo de los riesgos vinculados a la extinción de incendios forestales y actividades asociadas son los denominados “cascos para lucha contra el fuego en espacios abiertos o cascos forestales”. Dichos cascos deberán cumplir una serie de requisitos específicos para ofrecer una adecuada protección frente a los riesgos descritos y en particular, a los derivados de los incendios.
Por otro lado, dentro de las actividades realizadas por los cuerpos de extinción de incendios se encuentran las denominadas “actividades de rescate técnico”, las cuales implican trabajos en entornos y condiciones asociadas con escenarios operacionales, como por ejemplo, accidentes de tráfico, accidentes ferroviarios o bien durante los trabajos en estructuras colapsadas o en sus proximidades, a menudo durante periodos prolongados de tiempo, así como en las actuaciones posteriores a los desastres naturales (inundaciones, terremotos, etc.), y de forma general en condiciones de ausencia de fuego.
En este caso, los equipos de protección individual diseñados para proteger el cráneo de los riesgos asociados a estas actividades son los denominados “cascos de rescate técnico”. Estos cascos protegen temporalmente frente a posibles fuegos repentinos que puedan declararse en tales intervenciones, pero no están diseñados específicamente para labores de extinción de incendios.