
El estrés es un proceso natural y habitual de adaptación de las personas al medio que les rodea. Consiste en activarse durante un período de tiempo y dedicar más recursos para resolver determinadas situaciones que requieren de un mayor esfuerzo. Una vez conseguido el objetivo, volvemos a «desactivarnos» y recuperamos la situación inicial.
Aunque son procesos diferentes, las emociones y el estrés están muy relacionados.
Con frecuencia, una situación de estrés produce emociones negativas, por ejemplo, cuando creemos que vamos a obtener un resultado negativo, pero también produce emociones positivas, como la alegría o la euforia, cuando el objetivo ha sido alcanzado. En ambos casos se produce una activación fisiológica, una alerta cognitiva y una agilización motora y en ambos casos la sobre activación puede acarrear consecuencias para nuestra salud.
Si una persona está sometida a un estrés constante está más activada de lo normal. Esta sobre activación conduce a presentar mayores niveles de ansiedad, de irritabilidad y de ira. Si la situación se mantiene, pueden aparecer síntomas de depresión como resultado del cansancio emocional. También ésta sobre activación está relacionada con nuestro cuerpo es decir, tiene un aspecto fisiológico. La situación continuada de estrés hace que tengamos que gastar más energía, actuar más rápidamente o descansar menos lo que a la larga, mantenida en el tiempo, acarreará también problemas físicos. Por ello, tras un período de tiempo en el que hemos estado sometidos a este estrés que ha agotado probablemente todas nuestras fuerzas, todas nuestras reservas, es necesario descansar para recuperarnos y volver así a una situación más calmada y que nos exija menos esfuerzo.
En principio el estrés diario no tiene que derivar en un problema grave si no nos agotamos del todo, contamos con apoyo social y podemos descansar lo suficiente a diario y también durante los fines de semana o las vacaciones. Cuando no estamos sometidos a estrés, nuestro organismo tiende a estar más equilibrado y a recuperar los recursos gastados. Sólo mantener una situación de estrés en el tiempo tiene consecuencias negativas.
El estrés, por tanto, no es negativo. Su naturaleza no es maligna y en general nos ayuda a conseguir afrontar mejor los problemas diarios pues pone en marcha nuestros recursos.
Objetivos píldoras formativas
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Destinatarios
Empleados
Gerentes, Directivos y Mandos Intermedios que gestionan equipos de personas.
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Curso Bonificable (Fundae)
SI
Duración
1 hora