
Las necesidades básicas de agua son, al menos de 1 ml. por cada Kilocaloría de ingesta en la edad adulta y en torno a 1,5 ml/Kcal. en niños y otras etapas fisiológicas. El agua no es solamente un elemento hidratante; tiene también una dimensión terapéutica, lúdica, estética, cultural y gastronómica.
Cuatro de cada diez trabajadores españoles bebe menos de lo recomendado durante su jornada laboral, en la que deberían consumirse cerca de 1,3 litros de agua.
El Decálogo de la Hidratación Saludable elaborado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria consta de las siguientes recomendaciones:
1. Ingerir líquidos en cada comida y entre las mismas.
2. Elegir el agua preferentemente al resto de bebidas, y a ser posible agua con un adecuado contenido en sales minerales.
3. Aumentar el consumo de frutas, verduras y ensaladas.
4. No esperar a tener sensación de sed para beber. Disponer de agua u otro líquido a mano.
5. Mantener las bebidas a temperatura moderada, pues si están muy frías o muy calientes se suele beber menos.
6. Niños y ancianos son colectivos que presentan mayor riesgo de deshidratación.
7. Elegir las bebidas de acuerdo con el nivel de actividad física, necesidades de salud y estilo de vida.
8. Aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después del ejercicio.
9. Si está vigilando la ingesta calórica o el peso consuma siempre agua y bebidas bajas en calorías.
10. Diez raciones de líquidos al día es una buena referencia para una correcta hidratación (1 ración = 200 a 250 ml).