
El lugar de trabajo, además de un espacio para la consecución de objetivos de seguridad, económicos o de desarrollo personal, entre otros, es un espacio de encuentro en igualdad y reciprocidad. Un lugar para construir un mejor desarrollo personal, colectivo y de contribución empresarial a la mejora social, donde construir la igualdad y transformar las percepciones colectivas.
El lugar de trabajo debe ser seguro y protector de los derechos humanos y de respeto a la diversidad. Un lugar no discriminante y un espacio de convivencia libre y tolerante y de inclusión.
En el estudio sobre las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) en la Unión Europea realizado por la Agencia de los Derechos Fundamentales y publicado el 17 de mayo de 2013 constato que en toda la Unión Europea, durante el año anterior al estudio, una de cada dos personas LGBT encuestadas se había sentido discriminada o acosada por razones de orientación sexual, una de cada tres había sido objeto de discriminación al acceder a bienes o servicios, una de cada cuatro había sido agredida físicamente, y una de cada cinco había sido objeto de discriminación en su empleo o trabajo.
El tratamiento de la diversidad de género es una tarea esquiva que debemos abordar y romper la discriminación y el tabú que la envuelve. Por ello , no podemos eludir el problema acudiendo a la fórmula de circunscribir la orientación sexual a la intimidad personal, reforzando con ello la hipótesis de la inexistencia del problema.
A través de esta Jornada se visualizará el ámbito laboral como un espacio de socialización fundamental en la vida de las personas y una clave vital para visibilizar, para hacer patente, la igualdad y la dignidad de las mismas.
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