
Una explosión es una mezcla de aire con gases, vapores, nieblas inflamables o polvos combustibles (≤ 1 mm), en condiciones atmosféricas (≤ 100 mbar, -20 a 60ºC), que tras una ignición, la combustión se propaga a la totalidad de la mezcla no quemada. Se indica que en condiciones no atmosféricas también se deben tomar medidas.
En una explosión en un recipiente cerrado la presión absoluta inicial aumenta de 8 a 10 veces. Si el recipiente no soporta esa presión, se romperá pudiendo producir explosiones secundarias. Su duración es de 10 a 300 milisegundos. Ver una curva típica de explosión en la Fig. 1

Se deben reconocer los tipos de explosiones para proteger las instalaciones correctamente:
- Deflagración: explosión en condiciones atmosféricas, 10 bar, 300 m/s
- Detonación: evolución de una deflagración tras recorrer de 30 a 80 diámetros de distancia, 100 bares, 2000 m/s.
- Explosión secundaria: recipiente presurizado inicialmente por una deflagración en el que produce una detonación
- Explosión Atmosférica: no confinada
- Combustión prolongada: llama localizada
- Descomposición/reacción química
Entrada creada por Miguel Puncernau de puncernau.net